Felipe VI, ¿un Reinado sin perros?.
Dedicado a mi queridísima
Borgia, mi Yorkie, que tanta paciencia tuvo durante su vida con mi sobrina
Eleonor Clara Patricia Victoria.
De todos es conocida la
abdicación de S.M el Rey don Juan Carlos y la proclamación bajo los auspicios
constitucionales y dinásticos del nuevo Rey don Felipe VI de Borbón y Grecia,
aunque más bien debiera ser llamado Felipe de Borbón y Schleswig – Holstein –
Sonderburg – Glüksburg. Igualmente de muchos es conocida la afición de SS.MM
los Reyes de España don Juan Carlos I y doña Sofía por los perros y
especialmente por algunas concretas razas.
La Casa Real reinante en España y
sus antecesoras desde Carlos V, han sido siempre muy “perreras” dicho desde el
término estricto y con todos los
respetos por quien se siente monárquico y es monárquico por tradición familiar. A esta tradición y vínculos familiares me
remito para deciros que todos los Borbones y Reinas de la Casa de las que me han contado en mi familia, o
personas directas que les conocían, o lo poco que yo he conocido, han sido
perreros en mayor o menor grado y es lo que os voy a contar.
Don Alfonso XIII como buen
Habsburgo era un apasionado de la caza y siempre hubo perros en Palacio, mi
abuelo me contaba cuanto disfrutaba S.M cuando alguien le regalaba este o aquel
novedoso cachorro de tal o cual perra puntera en la caza y visitaba
exposiciones de belleza al igual que pruebas de caza.
De su esposa Ena, la bellísima
Reina Victoria Eugenia de Battenberg, podemos hablar largo y tendido. Era una super
enamorada de los perros como buena Inglesa que era y le acompañaron hasta en el
exilio en Suiza. Desde luego era famosa
por recoger animales abandonados y ser benefactora de diversas asociaciones
protectoras, así como espectadora frecuente en los shows españoles y
extranjeros. En Málaga un señor republicano e ingeniero de la Renfe, don José
Navas, padre de mi queridísima tita “postiza” Araceli y amigos de la familia,
consiguió acercarse a la Reina en una de las visitas que hizo a Málaga por
mediación de mi bisabuelo y mi abuelo de la rama de los de Zafra y le regaló
junto a un gran ramo de rosas y perrillo de aguas negro, sólo por verla, ya que
estaba enamorado como un becerro de ella. Al llegar al trío y hacer las
presentaciones, le dijo a la Reina : “
El perro y el ramo de flores es un regalo de los tres presentes, dos
monárquicos y yo que como soy republicano, le hago este regalo no a la reina,
sino a la mujer más bella de España”. Su Majestad agradeció el presente
y el cachorro y especialmente al piropeante republicano enamorado tal y como
refería mi abuelo. En el exilio igualmente estuvo rodeada de perritos, y
algunos teckels, en recuerdo de Jacobo, el perrito del Duque de Alba (Jimmy
Stuart, amigo íntimo y compadre de los Reyes) fiel animal que siempre viajó con
el padre de la Exma. Sra doña Cayetana, acompañándole en su lecho de muerte
cuando este fue vencido por un cáncer de pulmón e incluso regaló uno de ellos a
su ahijada la Duquesa de Alba, doña Cayetana, rojo standard y de pelo corto,
emparentado con el de su padre en una genealogía entreverada entre las dos
augustas Casas, que dejó numerosa descendencia en Madrid entre la buena
sociedad. Además tuvo otros perritos normalmente de talla pequeña siete u ocho.
Su mayordomo casualmente es vecino de casa y le conocí por su hermana, dulce
abuelita que hoy peina noventa y muchos que tenía el spitz más malo, egoísta y
mimado del mundo, en el sentido de mordedor. De humilde familia entró al
servicio de S.M en Suiza, me ha prohibido decir su nombre, pero me ha contado
esto último que os refiero paseando a su actual
vieja y mestiza Schnauzer mini
comprada en el rastrillo. Dice que la Reina no era más buena para los animales
porque era imposible. Al ver cercana su muerte, encomendó a sus familiares
cercanos la custodia de sus perros y el mayordomo los entregó personalmente. Su
recompensa fue el que le colocasen como jefe de los ujieres en la Sede de
Naciones Unidas por influencias y disposición de su difunta Majestad amén de
otras cosas que no puedo contar.
De don Juan de Borbón he visto
alguna foto con un Wolf Spitz color Sable en un coche de muy jovencito, pues su
madre doña Ena era como ya dijimos buena inglesa, mejor perrera; en las visitas de los bellos estíos
portugueses, cuando nos acercábamos a ese obligatorio peregrinar del verano a
Estoril, a “Villa Giralda,” a visitar a nuestro Rey, a don Juan III y a la Reina doña María, recuerdo de modo lejano algún pastor alemán y algún
caniche blanco mediano, con derecho a pasear no sólo en los jardines, sino
también dentro de casa olisqueando a las visitas que, devotas a la Institución
visitaban a la Real Familia.
De don Juan Carlos y doña
Sofía…que deciros …los secretos a voces de la cinofilia española en los años 80
era que S.M el Rey tenía el afijo el “Valle Negro” con el que criaba Golden
Retrievers que presentaba en los shows el señor P XXXX junto a los perros de la
reina del afijo “Himale de Tso” en lhasa apso, hasta que un señor de Málaga
llamado FXXXX precisamente se quejó a la Casa Real de que nunca ganaba por
culpa de los Reales propietarios y no se presentaron más perros de esos afijos
a los shows. Además de ello Su Majestad el Rey, al que Dios guarde muchos años
tuvo algún Pastor alemán que entrenaron prestigiosos instructores
los señores R XXX y V XXX y S.M doña
Sofía ha tenido y tiene algún Yorshire de
afamados criadores españoles, algún Shih-Tzu y algún Maltés, además de
una perrita chucha mediana de color canela que se presentó en la Zarzuela y fue
recogida por su magnánimo corazón, o a Pakita una chucha de pelo duro y tamaño
Yorky que adoptó en una feria de animales en la cual era ofrecida por la
sociedad protectora de animales y plantas. No se pierde un Show de los de Madrid y pregunta y saluda y acaricia a los privilegiados que llaman su atención, el brillo de sus ojos le delata, es una verdadera apasionada del perro. Su carismática presencia año tras año, realza la magia y el glamour del máximo evento cinófilo de España, al que llega del modo más discreto y modesto que puede imaginarse.
Como anécdotas deciros que uno
de los golden fue regalado durante el noviazgo de la Infanta con Jaime
Marichalar, por el Rey a su madre la condesa de Ripalda y todo ello según el
cotilleo de la más ilustre sociedad de la Moraleja que coincidía en el mismo
veterinario que la señora condesa viuda.
Otra anécdota es que un niño parapléjico en una de las múltiples visitas que Su
Majestad realiza a diversas instituciones ante la pregunta de la Reina de cuales
eran sus sueños, le dijo que soñaba con tener un perrito y a la Reina se le
iluminó la cara de alegría y sorpresa, ni corta ni perezosa, le envió uno de
una de sus camadas, con su chófer y todos los detalles para su mantenimiento al sentirse conectada con el niño mediante el
nexo del perro. Al parecer era un adorable y cariñoso Shih – Tzu manchado de
rojo y blanco.
Muchos de estos momentos
cinófilos han sido inmortalizados por el cinófilo y fotógrafo español C XXXX.
Creo que el Real matrimonio cierra el ciclo de los Reyes de España vinculados con la cinofilia y ello por lo que
os voy a contar.
Dicen los mentideros de la buena
sociedad de Madrid y yo no digo
nada, sino que presto escritura al verbo que vuela entre el Barrio de
Salamanca y la Moraleja, que el entonces
Príncipe de Asturias, hoy don Felipe VI de Borbón y Grecia, poseía un schnauzer
mini creo recordar de color negro y plata
o sal y pimienta, pero no negro completo ni blanco, que era su mascota
personal. Al contraer matrimonio con la entonces plebeya y hoy morganática
consorte Letizia Ortiz, la misma le exigió que el animal saliera de casa. El
pobre mini, sobrevivió un par de años y murió viejo y apenado en las perreras
de Palacio con las visitas únicas de doña Sofía.
En los mismos mentideros cuentan
que tras su boda fueron obsequiados con una pareja de cachorros de la raza bichón Maltés. Los
Malteses al poco tiempo fueron vistos en el Palacio de Marivent como mascotas de doña Sofía….. no
incluyo comentarios más que la morganática consorte, Letizia, no es ni amante
ni aficionada a los perros según los dimes y diretes o cotilleos varios de la
buena sociedad de Madrid y Palma de Mallorca, que en la Isla también se habla.
Se acabó la Dinastía cinófila reinante en
España ¿nos asaltará una época oscura para los perros como fue la gatuna
Dinastía Ming en China? …a ver si a la Princesa de Asturias o a la Infanta, se
les antoja un perrillo que sirva de revulsivo anticanino a la anticanina
esposa, o a ver si alguna raza es capaz de conquistarla, aunque lo veo difícil y dicho sea con todos los
respetos y al estilo de maldición gitana pero de las de buen ángel .
Rafael Fernández de Zafra.
Junio de 2014.
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