LOS PERROS EN LA CARRERA DEL ESPACIO.
Dedicado a todos los perros que han dado, dan y dar´n su vida por el hombre.
ANTECEDENTES
Corrían los años cincuenta, era la época de las grandes
potencias enfrentadas : la todopoderosa URSS y los orgullosos EEUU. Los soviéticos apretaban a los
norteamericanos anunciando sus éxitos más propagandísticos que científicos,
alentados por Nikita Sergueievich Jrushchov, conocido presidente de Rusia en
todo el mundo como Kruchov. La guerra fría y el espionaje, así como la carrera
armamentística y espacial eran algo del día a día en esa época.
Verdaderamente el primer animal en hacer su avanzadilla al
espacio fue un mono llamado Albert en el año de 1948 (aunque llevaban ya casi
una década experimentando con ellos en este sentido), vuelo suborbital al que
no sobrevivió, pues los norteamericanos los usaron para probar la ingravidez y
las aceleraciones en los primates por ser más parecidos a los humanos para
prever posibles efectos sobre los futuros exploradores. Los rusos les pisaban
los talones, no querían quedarse atrás pues el sonoro éxito del Sputnik el 4 de octubre de 1957, orbitando el planeta
tierra en el espacio exterior había que explotarlo propagandísticamente y por
ello tomaron grandes medidas de seguridad para proteger en todo momento de
posible espionaje y/o sabotaje.
El programa espacial soviético estaba encabezado por tres
responsables del mismo Serguei Pavlovich Koroliov (ingeniero fundador del
programa espacial), el doctor Vladimir Yazdovskiy encargado de la selección de
los animales y el científico Olev Georgovitch Gazenko encargado del
entrenamiento. El primero recibió el encargo del presidente Kruchov de
rediseñar una copia del Sputnik para
portar un contenedor presurizado que pudiese albergar a un ser vivo. El
presidente quería que en menos de un mes se preparase todo para celebrar así el
40 aniversario de la revolución bolchevique.
El golpe sería doble celebrar ante el mundo los fastos y
mostrarle el poderío científico y tecnológico de la URSS.
PERROS Y NO MONOS, MESTIZOS Y NO DE RAZA.
Se usaron perros y no monos por parte de los soviéticos por
varios motivos: el primero su barato coste, ya que eran animales callejeros, el
segundo el que se podían entrenar mejor
que los nerviosos primates, el tercero por poder aguantar periodos más
prolongados de inactividad, el cuarto la capacidad de subsistencia de los perros vagabundos en circunstancias adversas
es increíble y el quinto porque eran populares, era como si una parte querida
por el pueblo ruso viajara representándoles.
Se les escogía de un modo muy selectivo, normalmente se optó por
las hembras pues no necesitaban levantar la pata para orinar ya que estarían en
un reducidísimo espacio. No podían tener más de 35 centímetros de altura,
ni pesar más de 6 kilos, ni tener más de
6 ni menos de 2 años de edad, tener un estado físico y de salud óptimos y tener
un carácter tranquilo.
Los animales normalmente eran capturados en el propio Moscú y se
enviaban al Instituto de Investigación en Medicina Aeroespacial. Allí se
escogían y entrenaban. Los que no superaban las pruebas eran sacrificados.
El top secret se impuso en todo ello, tanto era así que hasta
los nombres de los perros estaban en clave. No se obtuvo alguna información
hasta la disolución de la Unión Soviética.
Laika no fue el primer perro en volar pero si la primera en
realizar una órbita. Se lanzaron varios vuelos suborbitales con perros, los
primeros fueron Dezik (blanco marfil) y Tsigan (blanco y negro) el 22 de julio
del año 51. Los dos sobrevivieron convirtiéndose en los primeros seres vivos
del mundo en retornar de uno de estos experimentos. Uno de ellos murió en una
misión posterior.
ENTRENAMIENTO ESPACIAL
El entrenamiento que recibían era muy duro y estaba a cargo de
Gazenko. El mismo se desarrollaba acostumbrando a los animales seleccionados
por las características que os expliqué en el apartado anterior, a permanecer en un pequeño habitáculo que eran compartimentos que se iban
empequeñeciendo paulatinamente hasta llegar a uno que simulaba el que iba a ser
su compartimento de viaje. Estaban desde unas pocas horas hasta 20 días, por lo
que muchos animales tuvieron un deterioro físico importante y no completaron el
entrenamiento.
Otra parte del entrenamiento era colocarles en la máquina
centrífuga. En ella a altas velocidades se simulaban aceleraciones o fuerzas G
que experimentarían los animales durante el vuelo. Esta prueba, en la que se
monitorizaba a los perros, duplicaba el
pulso de los animales y su presión sanguínea, respiraban más rápidamente y
muchos llegaban a vomitar y a sufrir desmayos, era un muy duro entrenamiento
que además se completaba con distintas vibraciones y movimientos bruscos para familiarizarles
con el despegue y aterrizaje de la cápsula.
LAIKA EXPLORADORA
ESPACIAL
Se preseleccionaron a tres animales Laika, Albina (que ya había
hecho dos vuelos supraorbitales) y Mushka (mosca), que recibirían un segundo
entrenamiento más duro y adecuado a la nueva misión. Las tres hembritas se
fueron habituando a alimentarse en la cápsula mediante un mecanismo especial y
a los ruidos que producirían los aparatos en funcionamiento que acompañaban a
la misma.
Laika, la perrita callejera de Moscú, tenía la apariencia de un
terriercillo. Era parte del plantel de
12 perros que se entrenaron en el
Instituto Experimental, que llevaban más de un año preparados para vuelos
supraorbitales aunque esta vez sería más duro. Al capturarla se le puso el
nombre de Kudriavka (rizadita) aunque se le cambió pronto por el de Laika (ladradora) ya que este nombre es el de
varias razas del norte de Rusia y Siberia y sonaba más patriótico. A ella la
seleccionó 10 días antes de partir el doctor Yazdovskiy para ser la ocupante de
la nave. Su suplente sería Albina y en
caso de fallar ella Mushka.
Las perras fueron acostumbradas a usar un traje con arnés que
restringía sus movimientos pero que le permitía acostarse, sentarse y moverse
ligeramente hacia detrás y hacia delante que además protegería su piel ya estaba
totalmente monitorizada para estudiar sus constantes vitales. Les instalaron
mediante cirugía unos sensores cerca de la arteria carótida, otro a la altura
del corazóny una especie de faja alrededor de su pecho. Se las vigiló
cuidadosamente para evitar infecciones tras la intervención. Las acostumbraron
a tomar la comida y el agua dos veces al día y a realizar sus deposiciones en
una bolsa situada tras ellas.
El habitáculo del animal era de 64 x 80 cms provisto de una tapa
y ventanilla de inspección, de forma cilíndrica y aleación de aluminio. Tenía
una equipación para medir temperatura ambiente y humedad, además de los
monitores a los que se encontraba conectada la perra para estar informados
constantemente de las constantes vitales. Si la temperatura subía de 15 º se
activaría un sistema de ventilación que además mediante compuestos químicos
absorbía la humedad excesiva y el dióxido de carbono.
Laika dos años de edad aproximados y seis kilos de peso conoció
el egoísmo humano de primera mano. Kruchov
tenía prisa y los ingenieros no
pudieron dotar a la nave un sistema de retorno seguro, por ello los doctores
solo le dejaron comida para una semana y en la última cierta cantidad de veneno
para eutanasiarla y que la pobre no sufriera.
El doctor Yazdovskiy encariñado con la perrita por su
mansedumbre y carácter el día antes de que la llevaran a la base de Kazajistan,
el Cosmódromo de Baikonur, se la llevó a su casa a escondidas, para que sintiera el amor de una
familia y jugó largo y tendido con los hijos del doctor, para darle algo que no
conocía, el calor y el amor de una familia.
Partió Laika a su destino, estuvo tres días antes de despegar
alojada en el habitáculo en el que había de navegar. Las bajas temperaturas hicieron que se le diese ayuda térmica para no
dañar la salud de Laika antes de partir.
El 3 de noviembre de 1957 a las 5,30 hora de Moscú partió hacia
su viaje sin retorno. En un primer
momento la perrita aumentó su ritmo respiratorio 4 veces más de lo normal, se
duplicó su frecuencia cardiaca y a los 10 minutos sus constantes fueron casi
normales, y tomó algo de alimento. Al alcanzar la órbita la cápsula se separó
con éxito, pero no tuvieron en cuenta que la fricción generaría más calor por
lo que el sistema de ventilación se estropeó y la cabina alcanzó los 40º en su
interior por lo que Laika sólo pudo
sobrevivir entre 5 y 7 horas. Toda la verdad se supo en octubre del año 2002 en
el Congreso Mundial del Espacio que se celebró en Houston (Texas) y este dato
lo reveló Dimitri Malashenkov, que participó en todo ello.
La nave se convirtió en el féretro de Laika, que orbitó hasta el
14 de abril de 1958, durante 162 días, desintegrándose al contactar con la
tierra . Recorrió más de 100 millones de kilómetros y orbitó la tierra unas
2400 veces.
Todo ello organizó un gran revuelo entre los amantes de los
animales que, en organizadas protestas, se manifestaron ante las diversas
embajadas de la URSS en el mundo o la
multitudinaria que hubo frente a la sede de Naciones Unidas. En Rusia no se
hablaba de Laika sino de la mala imagen que ello le creó a la URSS.
Kruchov se vió inundado de cartas de protesta de todo el mundo
occidental.
La maquinaria soviética de propaganda política intentó borrar la
mala imagen que supuso ante occidente el trato hacia la perra Laika y la
sacralizó como héroe nacional en libros, juegos para niños, carteles, estampas
fotos, cajas de cerillas etc…etc… en un totum revolutum entre el arte Pop de la
URSS, la policía y la entronización de un perro mestizo, representante del
pueblo soviético y las clases proletarias que mostraba en la cartelería
callejera un perfil estilizado y arrogante. Se convirtió en un nuevo icono del
comunismo ni más ni menos.
Los unos en occidente la usaron como un símbolo del martirio
animal y le erigieron monumentos, los otros como un símbolo del bolchevismo y
su triunfo en la carrera espacial inaugurándole monumentos para acallar las voces
de protestas occidentales. Quizás sea el perro que más ha sido homenajeado por
el hombre, siendo el monumento más importante el dedicado a los conquistadores
del espacio donde ella se halla representada en un bajorrelieve explicativo,
inaugurado en 1964 .
LOS OTROS PERROS COSMONAUTAS.
A pesar de las protestas de occidente muchos perros fueron
usados hasta el año 1966 para este tipo de pruebas y de hecho después fueron
sustituidos por monos.
El 28 de julio de 1960 Lisichka (pequeño zorro) y Bars (pantera)
murieron en el test de vuelo del Vostok que explotó en su lanzamiento. El 5 de
agosto del mismo año Belka (ardilla) y Strelka (flecha), junto a 40
ratones, 2 rata y plantas, fue lanzado y
puesto en órbita el 19 del mismo mes, retornando el 20 con los animales sanos y
salvos. Strelka pario 6 cachorros sanos y uno de ellos se le regaló al
presidente JF Kennedy. El 1 de diciembre del mismo año Mushka, una de las
sustitutas de Laika, y Pchelka (abeja) murieron al reentrar en la atmósfera
terrestre al reventar la cápsula espacial. El 22 de diciembre siempre del mismo
año Damka (señorita) y Krasavka (bonita) tripulaban un vuelo orbital que se
abortó y las perras sobrevivieron y retornaron sanas. En el año 1961, el 9 de
marzo viajaron Kernuschka (negrita), que fue recuperada sana y Zvezdochk (estrella) que viajó el 25 de
marzo y fue igualmente recuperada sin problemas. En 1966 se produjo el último
viaje, que se sepa, de los perros en el espacio, en el biosatélite Kosmos, Veterok
(brisa) y Ugolek (carbón) estuvieron 22 días en el espacio y fueron recuperados
felizmente, siendo estos dos últimos, los perros vivos que más tiempo han permanecido en el
espacio.
Tras ello parece ser que no se experimentó más con nuestros
amigos de cuatro patas. No puedo dejaros sin repetir textualmente la frase de
Gazenko, entrenador de Laika y de otros perros espaciales refiriéndose a la
pionera canina “ CUANTO MÁS TIEMPO PASA
MÁS LAMENTO LO SUCEDIDO. NO DEBÍMOS HABERLO HECHO….NI SIQUIERA APRENDIMOS LO
SUFICIENTE PARA JUSTIFICAR LA MUERTE DEL ANIMAL.. ” ello lo dijo en 1998, falleció en el año 2007,
recordándola siempre.
Rafael Fernández de Zafra
. Julio de 2015
Bibliografía:
Soviet Space dogs
de Damon Murray
Por los senderos
del Universo del doctor Vladimir Yazdovskiy
Excelente blog. Enhorabuena. Comparto tu afecto por los perros. He expuesto la dirección de este blog en mi página Google+, para conmemorar el 59 aniversario de Laika.
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