Translate

martes, 1 de abril de 2014

UN CUENTO DE NAVIDAD PROTAGONIZADO POR UN PERRILLO DE AGUAS O TURCO

Cuento del día de Reyes Lleva muchos días fuera de casa, muy lejos, sin los suyos y en tan señaladas fechas mi amigo Tony Solano, un hombre de mi tierra enamorado de lo nuestro y por añadidura de los perros de aguas, pasión que ambos compartimos. Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar montados en sus camellos han dejado en mi tintero este cuento que hoy es mi regalo del día de reyes a este amigo ausente de España, inspirado en los Santos Evangelios de San Lucas, el gran Lucano, y de San Mateo. Espero que te guste Tony, un abrazo. Corrían los tiempos de César Augusto y, amante del orden, proclamó un edicto para todo el mundo conocido que dominaba el orbe romano, exigiendo el empadronamiento de toda la población en su origen, cometido este que emprendió con gran eficiencia uno de los grandes censores de la historia, Diodoro Cyrino gobernador de Israel a la sazón, que luego fue más conocido como gobernador de Persia. Reinaba sobre los judíos el cruel Herodes, que para mantenerse a toda costa en el poder, rendía vasallaje al protectorado que Roma le imponía por su gran poderío militar. Paralela a esta historia corría otra, pues la gran historia se compone de muchas pequeñas. En este contexto arriban desde Nazareth a la pequeña ciudad de Belén, una pareja compuesta de José y María, por descender este de modo directo de la tribu de David, a cumplir con ese obligatorio padrón. María estaba en cinta y buscaban posada en una noche especialmente fría llena de un sucio manto de nieve grisáceo. El pobre José mirada preocupado el santo vientre y a la pobre María cuya cara pálida descompuesta de dolor, anunciaba el parto del Rey de Reyes, y seguía buscando con su modesta borriquilla una habitación, en un vano esfuerzo para que el hijo de Dios no naciese en la calle. Un par de meses antes un comerciante procedente de Pérgamo, de lo que hoy es la actual Turquía vendía un gran grupo de ovejas y cabras a un ganadero de la ciudad. Los animales se fueron sacrificando y vendiendo, el rebaño se descompuso y, al no ser útil, acabó vagando por las callejas, famélico y sucio un perrillo de lanas dorado como los rayos del Sol. Volvamos al casto José, que se para en un soportal, apea a la Señora de la rocina y saca de una zamarra un pellejo de agua para aliviar la sed de su mujer cuando el Turquillo surge de una esquina y les mendiga algo de comer. San José hace amago de espantarlo, pero la Virgen se lo impide y le dice que le dé un pedazo de pan del poco que llevan. La Virgen bebe enfebrecida y el Turquillo, hecho un saco de huesos devora la dádiva del cielo; de pronto el perrillo agarra las vestiduras de la Virgen y tira de ellas, San José se asusta y quiere darle con la vara…el perrillo juguetea, insiste y la Virgen fatigada pero sonriente le deja hacer. Poco a poco, parándose, volviendo ……. en la fría noche de la Natividad conduce a una modesta cuadra excavada en la piedra, de las llamadas Pesebre, a nuestra Madre, compartiendo su refugio con el Santo matrimonio, como antes ellos compartieron su pan. Y allí nació Jesús, y el Turquillo apostado debajo de la pesebrera entre la mula y el buey, y la vieja gata de tres colores que calentaban a la Virgen y al niño tras el parto, vio como testigo de primera fila la adoración de los pastores y la adoración de los Reyes Magos. Siguió fiel a la Sagrada Familia y huyó a Egipto con ellos, llevándoles a buen puerto por las trochas y caminos huyendo de la muerte, y al final de sus días, por su edad no pudo retornar a Tierra Santa y murió feliz y acompañado sobre un montón de virutas de una modesta carpintería, con la bendición de la Virgen que le dijo lo siguiente: Turquillo mi turquillo bueno, tuviste más piedad que los hombres y compartiste tu refugio conmigo, José y mi hijo, yo te bendigo a ti y a tus descendientes Y COMPARTIRÉ CON ELLOS MI MEJOR TESORO, UNA TIERRA QUE SE LLAMA ANDALUCÍA, QUE SE CONOCERÁ COMO LA TIERRA DE MARÍA SANTÍSIMA Y EN ELLA SERÉIS PRÓSPEROS Y VIVIRÉIS POR SIEMPRE. Y por eso mi buen amigo Tony, en Andalucía tenemos perrillos de aguas, Turcos, porque la Virgen quiso recompensar esta generosa acción trayéndolos a vivir a la mejor tierra que existe en este Mundo. Navidad 2012 - 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario