Este blog reúne mis artículos (unos publicados y otros no) de investigación acerca del mundo del perro, así como trabajos relacionados con el mundo del derecho y este maravilloso animal. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los mismos salvo autorizacion previa del autor.
Translate
lunes, 31 de marzo de 2014
Un artículo rescatado del boletín del Bodeguero por un aficionado
NUESTROS PERROS EN MÁLAGA
Los bodegueros andaluces también tienen su historia en Málaga, mi tierra, tierra de bodegas de dulce moscatel (unas grades y otras modestas como la de mi familia) que hoy casi han desaparecido. Gracias a ese pasado vinícola de mi apellido tuve la suerte de disfrutar en mi niñez de unos compañeros de juego ideales: los rateros, rateros ingleses o bodegueros, pues así los llamábamos en Málaga, diablillos encantadores de blanco pelo que me permitían quitarles la comida de la boca o tirar de las orejas.
Animado por los miembros del Club, aprovecho la ocasión preciosa para intentar contribuir con mi pluma, mis recuerdos y la memoria de mi abuela Francisca Rodríguez y Galvez Del Postigo !98 años!, a daros a conocer los otros bodegueros. Los primeros rateros entraron en Málaga vía Jerez de la Frontera a finales del XIX y principios del XX, eran perros descendientes de los todavía o bien fijados fox terrier de pelo liso y del antiguo terrier blanco inglés, que acompañaban a las familias anglosajonas en su conquista comercial del Sherry.
Tiene una sencilla explicación: el vino dulce y los frutos secos se compraban y embarcaban desde Málaga hacia Inglaterra de modo que el intercambio comercial era fuerte entre las dos ciudades, llegando incluso a realizarse debido a ello matrimonios de cierta conveniencia.
En esos intercambios mercantil-maritales llegaron los perros, aunque como siempre hemos personalizado lo nuestro, preferíamos un tipo de perro más ligero que el jerezano, de patas finas, menos hueso y menos pecho, de inserción de cola más alta y a ser posible de orejas tiesas en forma de llama. Así lo quiso Málaga, al gusto y función de una época y un tipo de bodega: menos sitio, toneles más bajos y apretados = perros más estrechos.
Los propietarios siempre eran de la burguesía media alta de la ciudad. De las bodegas pasaron como eficaces aliados a las fábricas de harina, almazaras de aceite, almacenes de frutos secos, etc., pero siempre en el mismo estrato social. El pueblo llano no tenía acceso a estos perros que fueron símbolo del prestigio social y bienestar económico.
Entre mi abuela y yo elaboramos un pequeño recorrido en la historia de Málaga, perros apellidos del que os hago un breve resumen:
D. José Estrada, Ministro de Gracia y Justicia en los años 20 tenía a "Manchi" como mascota de salón, familia Pacheco con "Lucky", años 40, familia Rojano, una pareja en la aceitería y así los Lopez, Barbado, Alvarez, Gross, Larios, etc, destacando el refresco de sangre de los perros de Doña Rainiera Hidalgo (Manzanilla La Gitana), casada con el malagueño Heredia, que traía y tenía siempre una pareja del tipo jerezano.
En casa siempre los hemos tenído y de testigo la etiqueta de la asa que os envío.
Nombres como Peca, Bocanegra, Chirri, Arruza, Bobby, Lucero, Belmonte o Dandy ladran en mis recuerdos. Casi siempre de tipo malagueño, así hasta los dos últimos, "Morralla", 21 años en casa y "Amigo" , regalo de Don Curro Domecq a mi abuelo Antonio Zafra y Bustos que murió en los años 80. Después el vacío, que achaco a estos factores:
- Falta de popularidad, por el estrato social en el que se movían.
- Desaparición de gran cantidad de bodegas.
- Modernización de las bodegas supervivientes.
- Raticidas.
- Aparición de razas ¿Más bellas? , que suplantaron en los salones a los rateros como mascotas: caniches, yorshires y otras zarandajas por el estilo.
En la actualidad y gracias al club, el gran esfuerzo del club, resurgen en toda Andalucía como Ave Fénix de las cenizas, entre caballistas y gentes enamoradas de la raza y de la moda cinófila ( que por desgracia la hay ). En Málaga se ven algunos jerezanos, el tipo malagueño con sus defectos y virtudes desapareció.
Esta es mi pequeña aportación de la memoria de 100 años más o menos de nuestra raza en Málaga, pero no puedo acabar este artículo sin contaros una anécdota familiar: "Amigo" ( el de los Domecq ) , mascota de mi madre, era su carabina junto a un bodeguero del mismo nombre que le regaló mi padre. Más de un beso le costó a mi padre un mordisco de ese perrillo que defendía a su ama de quien lugo sería su esposo ! Menos mal que son pequeños ¡.
Gracias por vuestra atención, por vuestros perros y sobre todo gracias a las familias bodegueras de Jerez que mantuvieron una semilla con a que podemos trabajar hoy.
Nota: Este artículo lo escribió Don Rafael Fernández de Zafra en el año 2006 en el boletín informatívo del Club Nacional del Perro Ratonero Bodeguero Andaluz.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Gracias D. Rafael por escribir este artículo en el Boletín del CNPRBA, yo soy el aficionado que lo publicó en mi blog.
ResponderEliminarGracias Alonso por publicar este artículo en tu blog y por dedicar tiempo a leer estas palabras
Eliminar