CARLOS III Y MELAMPO. La historia de un cuadro que nos
habla del extinto Gorgas o perro de punta valenciano.
“Introducción. Que es un Gorgas y como llegan los
antepasados del Gorgas a España”.
Los antepasados del
Gorgas llegan a España de la mano de Carlos III. Nace un 20 de
enero de 1716, en la Villa y Corte el hijo de Felipe V de Borbón y de su
segunda esposa Isabel de Farnesio, con pocas posibilidades de ser Rey de
España, pero al morir sus dos hermanastros sin descendencia, accede al trono
uno de los mejores monarcas que ha gobernado Las Dos Sicilias y España, falleciendo en la capital del entonces
Imperio Español un 14 de diciembre de 1788.
Reinó con
diversos nombres : Duque de Parma y Plasencia como Carlos I ; Rey de Nápoles como Carlos VII ; Rey de Sicilia como Carlos V y finalmente Rey de España como Carlos III. Carlos III, de baja estatura, delgado y de
alargadas, facciones, labio inferior más prominente que el superior, ojos
pequeños achinados, y gran nariz , para
muchos fue el Rey político o el mejor alcalde de Madrid, para mí fué el Rey cinófilo y el Rey cazador.
Su tez morena era mudo
testigo de la contínua práctica de la
caza de la que gustaba mucho y con la que se evadía de los problemas de la Corte,
y en este caso de las Cortes de las que fue Rey, como ya os he dicho antes, un
gran Rey que hizo los Reales Sitios de Caserta, el Teatro de San Carlo e
innumerables mejoras en Sicilia y en España, especialmente en su capital.
Portaba entre otras
cosas el ajuar de Su Majestad un número importante de perros de punta, de
los que se criaban en la Corte de Nápoles que eran una selección del perro de
punta español mejorada en el Reino de
Nápoles por los anteriores gobernantes, reyes y virreyes de España; a este perro en
tiempos modernos se le llamó Gorgas.
El
nombre de Gorgas deviene de una vieja historia que se
cuenta en el lugar; el Rey regaló a un
noble setabense una pareja de perros que cruzándolos con sabuesos y perros de
punta del lugar dieron origen a la raza. Adaptados a la perfección a las
huertas y los humedales. Los más viejos del lugar cuentan que andaban de alzada
sobre 35 – 40 cms y de peso unos 30 kilos arriba – abajo. De buen olfato y muy buenos como perros de trabajo polivalente
tanto en la pluma como en el pelo de caza menor eran los preferidos de esas
tierras.
Algún autor asevera
que la altura era de 50 – 56 centímetros e igual peso pero a mi entender y observando
la fotografía de uno de ellos opto más entre los 40 -50 centímetros y un peso
de unos 35 kilos .
Llegaron a duras penas poco más que la guerra civil,
desapareciendo en esa época totalmente. Los machos eran de osamenta ligeramente
más pesada que las hembras, ambos escurridos de belfos y su pelo corto siempre
se hallaba manchado de negro, rojo, amarillo o hígado sobre fondo blanco o
blanco con alguna pequeña mancha de los colores que se especifican.
Para haceros una idea
exacta del animal os incluyo un dibujo y una foto de los años 10 -20 del
historiador don Vicent Moreno y Mira, natural de Gorgas – Alicante.
En definitiva podemos decir que un Gorgas es un perro
de punta español primero criado y seleccionado en el Reino de Nápoles, retemplado
con “razas” italianas, traído de nuevo a España y a su vez mejorado con
pachones, perros de punta y sabuesos de la época, que tiene su último reducto
en Gorgas – Alicante- al ser regalados a un noble Setabense que los conserva y
difunde en la zona por ser un regalo del Rey y así sus familiares durante casi
200 años; desaparecen por ser una agrupación étnica comarcal, probablemente con gran consanguinidad y
afectada por la tristemente dura guerra civil española.
Son estos perros pues
parte de ese patrimonio genético que los españoles desparramamos por el
Mediterráneo: vemos como ejemplo el Maltese pointer, el Ca Me Balear o el turco
Çatalburun (este último probablemente robado en las razzias turcas a las costas
españolas por ser famosos nuestros perros de punta como magníficos auxiliares
de los cetreros).
“Carlos III cazador” …y Melampo. El retrato.
El nombre de Francisco
de Goya y Lucientes, sonaba como pintor famoso en la Corte española, aunque
quienes le abrieron esta puerta fueron los tres hermanos Bayeu y el pintor Mengs,
Mengs refería la maestría que tenía y la
facilidad con la que pintaba los cartones para ser modelos en la Real Fábrica
de Tapices. Carlos III le encargó un retrato suyo como cazador y su perro
favorito. Acompañado luego por Martín Zapater, visitó el estudio del genial
Goya.
Nadie como Goya ha
retratado a los perros pachones y perros de punta españoles, ni en mayor número
de ocasiones.
El cuadro que nos ocupa “Carlos III, cazador”, es un lienzo al óleo que se pintó en 1786, (el
25 de junio de 1786, Goya y su cuñado Ramón Bayeu obtienen el título de
pintores del rey con un interesante sueldo de 15.000 reales al mes) .Mide 207 cms x 126 cms.
Es un retrato al estilo más purista de la escuela española, ( el pintor aprende copiando estampas con José Luzán en Zaragoza durante
años y se perfecciona en Italia) cuya composición sitúa al monarca vestido con
larga casaca de color pardo, gorguera blanca de encaje y chupa amarilla o chalecón ajustado por un cinturón. Ostenta
las bandas de la Orden de Carlos III, de San Jenaro y del Santo Espíritu y el
Toisón de Oro, propio de los monarcas españoles. El fondo, con gran
probabilidad está extraído de alguno de los Reales sitios donde se ubicaban los
cazaderos o cotos reales, que son a saber la sierra de Guadarrama, el Monte de
El Pardo o el coto del Escorial.
Goya retrata magistralmente
al Rey, tranquilo, feliz, con su tez morena
por el sol, acompañado de su perro favorito Melampo, que dormita a sus pies
como símbolo de pureza (blanco) vasallaje y fidelidad. Su amplio collar luce las
palabras “ REY N. SEÑOR”.
Melampo fue el preferido,
el favorito de Carlos III, el más fiel amigo y confidente del monarca, un extraño
perro pachón de belfos recogidos y blanco manto, que comía de la mano de Su Majestad.
Algunos escritores
dicen que el Rey le puso a su perro Melampo por ser de rostro Melancólico, pero
nada más alejado de ello; melampo se llamaba así por el perro que acompañó y
llevó el pan de la mano desconocida que le alimentaba a San Roque cuando
repudiado por la gente por la lepra se refugió en una cueva en un alejado
bosque. Los católicos Borbones seguían fieles a la tradición y a la Iglesia y
Carlos de Nápoles, Rey católico de gran fe influido además por la Corte
napolitana no iba a ser menos.
Se sabe que la
ascendencia de Melampo era de las reales caballerizas de Caserta y que a su vez
muchos descendientes de Melampo y otros perros de punta, pachones y otras “razas”
de la época eran enviados desde las reales caballerizas de Madrid a otras Casas
Nobiliarias y Casas Reales de toda
Europa como muy altamente apreciados regalos de este Borbón.
De este retrato se
conocen cinco versiones casi iguales que se encuentran en la colección de lord
Margadale (Reino Unido), en Argentaria (Madrid), en el Ayuntamiento de Madrid y
la duquesa Del Arco.
El retrato que perteneció
a la duquesa Del Arco, es el único que lleva la firma de Goya, siempre ha
pertenecido a los descendientes del Conde Fernán Núñez, amigo y ferviente
admirador de Carlos III, embajador de España en Portugal, y artífice de los
matrimonios en 1785 los infantes D. Gabriel ( hijo del Rey) y Dª Carlota
Joaquina (nieta del monarca), con los príncipes portugueses Mª Victoria y Juan.
El cuadro firmado por Goya“Carlos III, cazador”, fue regalado
a la marquesa Rafal, dama de honor de la Infanta Carlota Joaquina (nieta del
Rey), por acompañarla en el Cortejo de Portugal.
Lo adquiere el
Ayuntamiento de Madrid en 1948, al venderlo la duquesa viuda de Sueca, que lo había heredado
de la de Rafal.
Consta en el inventario
de la 1814 Colección Real.
El Museo del Prado lo
recibe en 1847, desde el Palacio del Buen Retiro. Sufrió otros dos cambios de
ubicación, uno en 1915 al Museo de Lérida y otro en 1929 al Museo Municipal de
Madrid. Se le instala definitivamente al Museo del Prado en 1942.
Bibliografía: Archivo
personal de Rafael Fernández de Zafra, Museo del Prado, Agencia Europa press_(Madrid), imágenes de D. Vicent Moreno y Mira, historiador y
natural de Gorga (Alicante), blog de don P. Botella.
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