Este blog reúne mis artículos (unos publicados y otros no) de investigación acerca del mundo del perro, así como trabajos relacionados con el mundo del derecho y este maravilloso animal. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los mismos salvo autorizacion previa del autor.
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lunes, 31 de marzo de 2014
LA SUERTE DE PERROS EN LA TAUROMAQUIA
LA SUERTE DE PERROS EN LA TAUROMAQUIA.
Surge la suerte de perros en la antigüedad de los tiempos con tintes de sacrificio religioso. Sus protagonistas indudables los perros de presa romanos, ancestros de nuestros alanos españoles. Las estelas de Clunia (siglo I A.d C, cerca del actual Burgos), representan a toros y vacas uros (que se extinguieron a principios del S. XVII, siendo los ascendientes de las razas vacunas europeas, encontrando actualmente una raza muy parecida al bos Taurus primigenius que es la vaca Betiza Vasca) acometidos por los pugnaces de la arena. Conocieron su apogeo en la Edad Media y empiezan su declive al principio de 1800, coincidiendo con el nacimiento del toreo moderno, siendo esta una de las causas que, añadidas a la Guerra Civil, a la falta de trashumancia del ganado bravo y a la aparición de razas extranjeras llevaron a la casi extinción del alano y al conocer como simple reliquia a su primo, el Villano de las Encartaciones.
La primera narración moderna de la suerte de perros es la de la Crónica Latina de S.M Alfonso VII, el Emperador, en las fiestas de la boda de su hija bastarda” Alii latratu canum ad iram provocatis Taurus…..”, usándose esta suerte también en los reinos musulmanes, tal y como relata el cronista Ibn – al- Jatib, cuando Mohamed V de Granada celebra fiestas de toros y perros, con ocasión de la circuncisión de su hijo.
La suerte consistía en acometer al toro con perros, y, tras su agarre de morros, papada y orejas, ser rematado por los caballeros, siendo testimonio de ello también los capiteles de la catedral de Pamplona (S.XV).
Os he relatado en cientos de ocasiones que en España no ha habido una afición cinófila profunda y no se ha relatado casi nada acerca de nuestras razas, pero, es nuestra historia tan grandiosa que de modo indirecto empieza a aparecer nuestro Alano español, narrado por las más grandes plumas literarias universales. Así Argote de Molina, en su discurso del Libro de la Monteria de Alfonso XI describe esta suerte hoy en desuso y llama a los perros Alanos (S. XVI).
Este protagonista canino está tan profundamente ligado a la tradición y cultura españolas que Yagüe en su poema Los Amantes de Teruel, narra los lances de los perros en la corrida de un modo bellísimo y descriptivo, o más tardíamente por Lope de Vega en La Dorotea, en la cual se describe el lance entre perro y el toro.
Su papel no sólo se centró en estos menesteres de perro de Circo, sino que fue fiel empleado de mataderos como auxiliar de los jiferos, ejemplo está en la pluma magistral de Lope de Vega en su Epístola a Gaspar de Barrionuevo en la que el verso rinde homenaje a tan magnífico tesoro de nuestra cinofília. Otro excelso narrador fue Cervantes que en su Coloquio de los Perros, en los cuales Berganza el perro del matadero de la Puerta de la carne, que da el nombre de su amo y le describe, describe su trabajo y entrenamiento e incluso el nombre de sus padres y abuelos en un breve pedigreé.
El ejemplo más tardío lo tenemos en el siglo XVII plasmado por Ventura de Vergara Salcedo que describe el dar a los perros al toro.
Finalmente no podemos dejar de mencionar a pintores como Goya, que en su Tauromaquia llevaron al arte esta suerte y estos alanos.
El resumen de todo ello es que el encaste de los alanos se seleccionaba desde antiguo y que siendo un espectáculo sangriento, gustaba a la plebe, al populacho y de ahí el interés por la selección…….AMOR PROPIO DE LOS CRIADORES, llamados entonces aficionados y entre ellos bastantes pudientes y aristócratas Y EL DINERO, que se manejaba en las apuestas y como no, en el precio de los mejores ejemplares. Testigo de ello es que a don Isidro Burgos de Chamartín, en 1795 se le pagaban 300 reales de Vellón, por cada toro a sujetar por sus perros, por salir muchos muertos y heridos, pagando esta suma las Maestranzas o las Juntas de Hospitales, de cada plaza concreta, u otras veces siendo un generoso aporte de caballeros o damas aficionados que los criaban y colaboraban con estas entidades, aportando sus perros al espectáculo.
Los poderosos alanos llegaron a ser tan populares y demandados que salían a la Plaza adornados con ricas gualdrapas bordadas en oro, tal y como se relata en las crónicas de las revistas taurinas de Barcelona en 1857 y vitoreados por el público tanto o más que los toreros.
Las plazas de Toros a finales de 1600 y principios de 1700 empiezan a reglamentar la suelta de los perros que se hacía según costumbre, verbigracia, una jauría de doce perros , divididas en cinco grupos: dos de a tres perros y tres de a dos. Entrarán primero un grupo de a tres, a ser posible machos, y si este grupo no hace una buena presa, el presidente dará salida a uno o más grupos , haciendo la señal con un pañuelo verde ….. el puntillero auxiliará a los perros situándose detrás del toro, hiriendole con un estoque en las costillas y rematándole con la puntilla…(Reglamento de la Plaza de Madrid, artículo 7º, 1868). Tanto es así que no se consiente echar a los perros a un toro de casta y noble para otras suertes sino a los mansos, siendo responsabilidad del presidente lo contrario. El Marqués de Pontejos fija en un oficio que los gastos que ocasionen los perros a un toro que cumple con bravura según el reglamento, los debe pagar el presidente pues su misión es cumplir como autoridad lo dispuesto en los carteles (16 de septiembre de 1835).
Como ya os dije, al surgir el toreo moderno las revistas empiezan a protestar acerca de esta costumbre de la suerte de perros, tales como la publicación “El Enano”, que surten efecto y esta suerte empieza a desaparecer declinando la misma totalmente después del año 1883, sustituyéndola por las banderillas de fuego……no incluyo comentarios.
Aquí comienza el ocaso de la raza tal y como os conté al principio que hoy surge tras denodados esfuerzos de los criadores, que en cada camada, en cada animal ponen la ilusión de hacer permanecer viva a una reliquia canina que nos acecha en cada rincón de nuestra Historia.
Rafael Fernández de Zafra.
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Hola Rafael, felicidades por u blog, no tiene desperdicio, para los que nos gustan los perros , una joya.
ResponderEliminarQueria pedirte permiso para reproduciralguno de tus articulos ( yo, por mi, cogeria el blog enterito y lo firmaria con mi nombre)en mi blog. Por supuesto citando procedencia y con un enlace atu blog. Te mando la direccion para que le eches un vistazo.
Espero tus noticias y lo dicho, me ha encantado tu blog.
Mi blog: www.nuncajamascocker.blogspot.com