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sábado, 29 de marzo de 2014

PRIVILEGIOS ECLESIÁSTICOS DEL PERRO DE CAZA

PRIVILEGIOS ECLESIASTICOS DEL PERRO DE CAZA EL DIA DE SAN HUBERTO Al contrario de lo que se piensa en España, la más rancia tradición de los perros de rehala, con trompas de caza, ropajes de gala, uniformes, perreros y animales parejos en sus formas, los costados esquilados con la inicial de su propietario o del dominio o castillo al que pertenecían, es francesa y no inglesa. Las casacas rojas son posteriores a la gran rehala francesa. Prueba de ello es que los toques y voces de caza están pensados para su factura con los Gran Corn du Chasse franceses y no para la trompa inglesa. Es una bella tradición que mantienen los CHOUANES (terratenientes) y la aristocracia en Francia superstite a la Revolución que extinguió tantas razas de perros de rehala en la Galia, que tiene hondas raíces medievales. San Huberto fue un monje nacido noble en el 657 en Tolosa de Languedoc – Francia – y que fallece el 30 de mayo del año 727 en Tervueren - Belgica. Su historia es bellísima, un verdadero carnicero en la caza, un tirano en la vida, un día se encuentra un ciervo con un crucifijo entre sus cuernas y el sangriento ateo, se arrodilla y se convierte en uno de los grandes Santos protectores de la Iglesia. Patrón de los cazadores, ópticos, matemáticos, metalúrgicos y grandes Órdenes Militares, llega a ser nombrado protector de la corona en la época de nuestro Rey S.M Felipe IV, conocido como el Rey cazador, protector de la Casa Real española. Funda la Orden de San Huberto ; bajo la tutela y en las perreras del monasterio de los monjes de Mouzon, con los perros que les regala el rey San Luis, traídos de Oriente, de las Cruzadas, crían los más famosos sabuesos de caza de toda Europa, los conocidos antepasados de loos Bloodhound o Saint Huberts, por los que la nobleza aguardaba grandes listas de espera pues era un gran adorno, un gran lujo y un símbolo de poder el ser un propietario de uno de ellos. Su valor era altísimo ya que su coste era el equivalente al de un esclavo joven….fue tal la pasión, el boato, la pompa y el aparato que se movía en el medievo por la caza que la Iglesia llega a prohibir que los perros acompañen a los altos dignatarios y a la nobleza dentro de las parroquias (téngase en cuenta que los altos dignatarios de la Iglesia normalmente eran segundones de las grandes casas nobles). Ello provoca un gran malestar entre la clase alta que empieza a escuchar misa desde los atrios de las iglesias a puertas abiertas con sus perros…… la Iglesia oficial claudica en cierto modo y crea ex – profeso el día de San Huberto que se celebra el 3 de noviembre, CON EL PRIVILEGIO DE PODER ENTRAR EN LAS CAPILLAS O PARROQUIAS Y QUE LOS ANIMALES PERMANEZCAN EN MISA Y SEAN BENDECIDOS POR EL SACERDOTE EL DÍA DEL SANTO PATRÓN. San Huberto el patrón de los cazadores es cantado de continuo en Francia y por la Francia profunda, y los perros entran en su día en las iglesias de los viejos feudos de ese país que en lo profundo, sigue siendo muy católico y amante de las rancias tradiciones, imagen tan contraria y deformada que se presenta allende sus fronteras. Los Rallys o agrupaciones de coro y grandes trompas de caza siguen muy vivos en la Francia y siguen cantando a San Huberto que tiene su propio himno …. OH SAINT HUBERT PATRON DES GRANDES CHASSES/ TOI QU ´EXALTAIT LE FANFARE AU GALOP…… oh San Huberto patrón de grandes cacerías, que exaltas las fanfarrias al galope…,además de cantar o señalar con las voces de esas trompas cada momento de la caza, cada pieza; hay toques para el ciervo, el jabalí, el lobo, el zorro, el tejón, la batalla de agua, la misa de la mañana etc etc y así a lo lejos el cazador puede identificar la pieza descubierta por los perros o la escena exacta que se esta desarrollando desde la lejanía. Una vez al año pues, los perros de caza tienen ese privilegio en las iglesias que en Francia se sigue practicando Y QUE LA SANTA SEDE NO HA DEROGADO, que es el ser bendecidos en su interior y permanecer durante toda la misa, precioso privilegio que se desconoce en España y no se practica y que en nuestro país vecino mantienen esas agrupaciones o rallys o los grandes terratenientes y aristócratas como es el caso del mas conocido por su rehala de grandes sabuesos franceses tricolores el Marqués de Vibrayé, propietario de la rehala de Cheverny, sita en el castillo del mismo nombre uno de los mas bellos de Francia y conocido como el “castillo encantado”, que habréis visto retratado por el genial Hergé en las aventuras de Tintin. La ancestral costumbre se mantiene atando a un gran sabueso tricolor francés en el primer banco de la iglesia donde se celebra el día del Santo patrón, este perro representa a la rehala completa que se bendice tras acabar la misa. La misa transcurre toda con música de caza finalizando con el himno de San Humberto que se toca dando las espaldas al público para, según costumbre, que el publico aprecie de mejor modo y más intensamente las fanfarrias de caza. Es un bello espectáculo que he presenciado tanto dentro de la iglesia como en misas de campaña, en la majestuosa campiña francesa, que hace vibrar el alma de todos los que llevamos la chispa del perro dentro. Bibliografía.: Vidas de Santos edit. G. Mauri – Milán Diversos libros de historia medieval Archivo personal de R. F de Zafra

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