PRIVILEGIOS REALES DEL MASTÍN ESPAÑOL Publicado en Todo perros

LOS ANTIGUOS PRIVILEGIOS REALES DEL MASTIN ESPAÑOL Fue un magnifico y grandisimo pasado el de nuestro Mastín español, ese molosoide, mitico por lo fiero, y por lo inmenso de su tamaño, exagerado por las gentes del campo, oscuro por sus orígenes, descendiente del viejo padre molosoide, el tibetano, mito y raza que han llegado hasta nuestros dias. Perro de la aristocracia y la nobleza española junto al alano, dio lugar a refranes que aludian a la condicion social de su propietario: “NI HIDALGO SIN SU MASTIN NI CABALLERO SIN SU ROCIN”. El mejor arma, la mejor herramienta de los mesteros o miembros del Muy Honrado y Venerable Real Concejo de la Mesta, ( viene del arabe mechta, mixta en referencia a ovejas, yeguas y vacas que componian las cabañas) el Mastin, en su vertiente española o pirenaica….en ese totum revolutum que fue la agrupación racial primigenia de nuestros perros en la antigüedad. Nace el Muy Honrado concejo de la mesta como una necesidad ganadera, ya que los ganados entraban en conflicto con los intereses de los agricultores y la gran riqueza del medievo español, el gran holding económico era la lana de la ovejas merinas, esas ovejas que vienen desde Africa, traídas y seleccionadas en los siglos XII Y XIII por la familia Aben Meri, a mejorar la cabaña española . El año 1270 comienzan las reuniones de los gremios ganaderos para dar lugar por disposición y Carta de privilegio Real al nacimiento de la Mesta, del Concejo de la Mesta en el año de Gracia de 1273. Se legisla todo de un modo minucioso, se instituyen desde privilegios, hasta legisladores, pasando por la organización del rebaño, dieta del pastor, sueldos etc…. y lo que más nos interesa PERROS. Diferencia ya SM el Rey Alfonso X el Sabio, a los mestizos o gozques, de careas y mastines, esos mastines que como decían en los romances y dichos viejos de León, durmiendo en la lanera, mejor cama que el séquito del Rey ….. Tan grande era la importancia de esta herramienta de trabajo que entre los legajos de la Mesta se recomienda que se críe con las buenas perras de trabajo, que el pastor la lleve a perros de calidad y que procure quedar guardada para que no se mestice con otros, y que repose durante el preñado y le deje un par de cachorros como máximo para que se críen lozanos y fuertes, y pasarlos al rebaño cuando tienen unos cuatro meses y educarlos con paciencia. Las penas aplicadas por el robo, maltrato etc.. de un perro eran muy severas, y las aplicaban los procuradores y alcaldes menores entregadores del lugar, consistentes en por ejemplo, MULTA POR MALTRATO DE UN PASTOR A SU MASTIN 5 OVEJAS EN DINEROS, o falta corriente penada con prision y latigazos por robar un perro de carea, O FALTA MAYOR GRAVE QUE PODIA LLEVAR A CASTIGOS MAYORES E INCLUSO GALERAS POR ROBAR UN MASTIN DE SU TRABAJO. De los perros extraviados también se trata en esta ley de leyes de los ganaderos, y era ILEGAL POSEERLOS SIN EL PERMISO DE LA MESTA, pues se consideraban animales mostrencos (perdidos o abandonados y por tanto propiedad automática de las asociación ganadera) Los perros habían de trabajar con una carlanca, “collar de fierros” y un pequeño cencerro, collar para proteger al perro y cencerro para anunciar su presencia. Solo se podía dar muerte a un Mastín si no portaba estas piezas. Eso si, el dueño era responsable de los daños que ocasionaba el perro, al igual que disfrutaba de grandísimos privilegios por ser de raza Mastín. No nos confundamos, no era amor al perro, era protección de una valiosa herramienta. Se dispone en esta magnifica legislación mesteña la dieta del perro, Mastines tomaran la leche y el pan equivalente a las de un pastor en su trabajo. Este pan y leche se distribuia junto a sobras y las carroñas que podian tomar del camino y cañadas en dos tomas diarias, muy de mañana y tarde noche : eran las perrunas, un pan negro y duro, hecho de harina de segunda de unos tres cuartos de kilo, que junto con la leche se distribuía en esas dos tomas. A los careas y mestizos se les daba un tercio de esa perruna en dos tomas. Y su trabajo igualmente se legisló, ya que cada rebaño (equivalente a 1000 ovejas) había de tener como mínimo 5 Mastines “para guardar los ganados de los ladrones y el lobo”…… y otros tantos perros de carea. Los animales se refugiaban en los chozos y ropería con los diversos grados del ejercito pastoril cuando las condiciones climáticas, ya duras de por si se endurecían más…por ser otro privilegio mas de Real Gracia. Y por que desaparece, sin anularse, sin derogarse… simplemente languidece y muere en el 1836, para dar lugar a la Asociación de ganaderos del Reino? Los factores son varios, el primero, los transportes modernos y mas rápidos para llegar al lugar de los pastos. El segundo factor es el que cayese el precio de la lana fina y la gran competencia de las ovejas australianas descendientes directas de las merinas españolas. El tercer factor, relevante, es la perdida de las posesiones de ultramar de España, grandes consumidores de lana de la metrópoli. El cuarto factor y no menos importante, el que se empieza a cebar en estabulado con los primeros piensos de semillas molidas. Todo ello junto a la Guerra civil Española, afectaron mucho al numero de Mastines y a su calidad… a ese mito de nuestra tierra que dio lugar a romances y canciones, a una cultura y a un ser que os voy a resumir con una nana de mi niñez: Niño del asnillo cojo, No vayas por leña al monte, Que la loba esta parida Y acechando entre los robles, ¡ Tiene la boca de fuego! ¡Tiene los ojos de cobre! Niño del asnillo cojo, No vayas por leña al monte, Y si tuvieras que ir Para que sea mi calma Llévate al viejo Mastín Sin palabras, Massatinus el Dios protector de las granjas en Roma, nos regalo a la vieja Iberia al buen Mastín.