JUDY LA ÚNICA
PERRA PRISIONERA DE GUERRA : ARTÍCULO HOMENAJE A PEPE HARO.
Llevo ya bastante tiempo intentando hacerlo,
pero no podía, me ha costado mucho trabajo y muchas lágrimas redactar estas
líneas que hoy leéis. ¿Como homenajear a mi amigo Pepe Haro de Haro and Haro y
Haro, como le llamaba un locutor de radio Gibraltar?....pensándolo mucho y
tirando de mi archivo he encontrado el animal ideal, una perra pointer, un
animal tótem para él, ya que, incluso, tal y como me comentaba hace muchísimos
años, su hoy viuda, mi querida Tricia, hasta el escudo de armas de su
apellido, llevaba un perro de caza, una
especie de pointer o pachón, de una de sus razas preferidas.
Ya está en el cielo, cerca del arco iris y
cerca de su viejo Adam, Arrow para los amigos, y sus descendientes como
Oldfield Flinga, aquel perro que yo recuerdo como si fuera ayer, cuando llegó
de Inglaterra, que recuerdo incluso al lado de su anciana criadora del afijo
Crookrise, que me contó que su primer perro fue un smooth fox terrier como los
que yo tenía por aquellos entonces y que un día en una consulta del dentista
donde el animal la acompañó, se estaba extrayendo una muela con gran dificultad
y dolor y que su fox, indignado le mordió en el culo al dentista. Ya estas
allí, pero me faltan tus consultas como letrado, tus confidencias como amigo y
tus “pisha que bien escribes y cuando te va a hacé juez”. Lloré tu pérdida y la lloro escribiendo
este artículo, en la esperanza de verte allí, el día que Dios me llame, si soy
digno de un lugar cerca de Él y de ti.
Era Judy de la muy
británica raza pointer, de color hígado cerrado y blanca, nació en
Shanghai, China, en 1936, en un criadero de perros. Se escapó o fué
robada de cachorra, y vivió en un
callejón gracias a la generosidad de un
comerciante hasta aproximadamente los seis meses. Fué recuperada por un trabajador del
kennel que la devolvió a sus orígenes.
Su nombre original era Shudi, que fué
anglicanizado como Judy.
En otoño de ese mismo año la tripulación del buque HSM Gnat votó para tener
una mascota, ya que otros cañoneros
británicos como el Bee, Cicada y Criket tenían perros mascota. El
Capitán, teniente comandante. J. Waldergrave y el Suboficial Charles
Jefferey, compraron a Judy barata en el kennel, debido a su edad y la regalaron
a la tripulación. Los oficiales querían entrenarla como perro de caza pero no lo
lograron nunca ya que la marinería siempre la trató como a otro miembro de la
tripulación más que como una mascota y ello lo reflejó el suboficial en el
libro de registro de a bordo.
Al marinero "Tankey" Cooper se le
dio la tarea de ser el cuidador de la
perra de la nave por su condición de carnicero
y ayudante de cocina en la misma. Se le hizo un cajón abierto y una
manta como yacija, y fue entrenada para que no entrase en determinadas zonas
del buque, como las habitadas por los cocineros chinos, que no gustaban de los
perros (y añado, como mascota).
En noviembre de 1936, se
cayó por la borda cuando surcaban el ríoYangtze y Jefferey la rescató. El barco se paró por completo y una
lancha fue enviada a su rescate. Este accidente se escribió en el cuaderno de
bitácora como un “hombre al agua”. Después
de someterse a pruebas después de una revisión, el barco de Judy se reunió con el
Ladybird , que también tenía un
perro mascota en el barco. El se
encaprichó de ella y la perra no le hacía caso.
En la madrugada tras la partida del Ladybirth , Judy alertó a
la tripulación de unos piratas del río que estaba abordando el buque en la oscuridad. El ataque fue
repelido ya que los piratas habían
perdido “el elemento sorpresa”.
Varios días después, Judy
fue llevada a tierra como perro de caza por los oficiales por primera vez, pero
no servía para el menester que nació su raza. Y nunca sirvió para estos menesteres, a pesar
de los intentos de los oficiales de la marina Británica.
Judy señalaba de un modo increíble el acercamiento
de los aviones japoneses, mucho antes
que cualquier tripulante los
oyera. La primera vez ocurrió antes del estallido de la guerra, cuando una
aeronave japonesa volaba a muy baja altura sobre el buque; Judy ladró hasta perderles de vista. Pero no sólo eso, en una excursión a Jiujiang, Jefferey , se llevó a Judy
para un paseo fuera de la ciudad, con la correa y no paraba de tirar del
oficial hasta entrar dentro de la ciudad de nuevo, con el pelo erizado y
llorando, mirando atrás y tirando hacia delante…..el oficial se quedó frío al
volverse y ver que la perra le alejaba de un leopardo que les perseguía.
En noviembre de 1937, la nave se reunió con la cañonera fluvial norteamericana
USS PANAY. Celebraron una fiesta conjunta y al partir ambas naves del lugar se
dieron cuenta que la perra no estaba a bordo. Se
pusieron en contacto la Panay con lámpara de señales, contestaron que
no la habían visto. A la
mañana siguiente, se acercaron a tierra a comprar víveres y un comerciante
chino les dijo que había visto la perra con los americanos. Los británicos
indignados por el comportamiento mezquino de los norteamericanos, reclutaron un grupo de marineros voluntarios que abordó el barco americano por la noche y robaron la simbólica campana de la nave. Al llegar de nuevo al buque de Su Majestad,
se comunicaron con el Panay y
les dijeron que les devolvían la campana si entregaban la pointer; el rescate
duró menos de una hora.
A principios de
1938, Jefferey y Cooper fueron enviados
de vuelta a Gran Bretaña como parte de la rotación de la tripulación. Al atracar
en Hankou, Judy estaba en celo
con la casualidad de que se enamoró de otro pointer que estaba como mascota a
bordo de un buque de guerra francés el Francis
Garnier . La tripulación de ambos buques celebró
una ceremonia de la boda para los dos perros con gran algarabía por parte de la
marinería. El pointer inglés del
barco francés, Paul, se mantuvo en la nave británica durante tres días de bodas antes de regresar a su nave. Judy se quedó preñada y parió trece hermosos cachorros de los que
quedaron diez y fueron regalados entre las diversas tripulaciones de marinería
aliada, incluyendo el Francis
Garnier y el cañonero
americano USS GUAM.
Judy estuvo involucrada en un
incidente en octubre ese año que hizo que no la llevasen más a tierra en
Hankou. Dos marineros ingleses se
pelearon con soldados japoneses y la perra les atacó, apuntaron a Judy con un
rifle y uno de los japoneses fue lanzado
al río Yangtze. Durante los días
siguientes, varios oficiales japoneses llevaron sus protestas a bordo y se decidió que sería mejor para Judy
quedarse en el barco.
En junio de 1939, varias
cañoneras arribaron al Yangtze para hacerse cargo de las operaciones
existentes. Parte de la
tripulación fué transferida
al HMS GRASSHOPPER, Judy subió a
bordo como mascota.
La declaración británica
de guerra a Alemania en septiembre de ese año, hizo que varias de las cañoneras fluviales, se llevasen a la base de Singapur. Judy enfermó, pues nunca había
navegado en el mar, pero al llegar a la base ya estaba acostumbrada al mar y
recuperada.
Inicialmente, la estancia
en Singapur fue pacífica, y Judy se quedaba a veces con un funcionario de
aduanas y su familia en tierra, en unas perrunas vacaciones. Las operaciones eran escasas
hasta enero de 1942, cuando los barcos de guerra aliados bombardeaban las
costas de Malasia para facilitar la retirada de las tropas y las evacuaciones de personal civil y militar.
La batalla
de Singapur tuvo lugar entre el 8 y el 15 de febrero. El 13 de febrero, se ordenó al Grasshopper
y al Dragonfly evacuar al personal y abandonar Singapur. Partieron a las 21:00 . Las naves se
dirigían a la isla de Singkep en las
Indias Orientales Holandesas con
la esperanza de poder esconderse en
ellas. Al llegar casi a tierra,
Judy ladró advirtiendo la presencia de aviones
japoneses y los artilleros se prepararon para un ataque. El Grasshopper
en un primer ataque recibió una bomba, Judy
estaba bajo cubierta , los aviones regresaron y hundieron con tres bombas al Dragonfly.
El Grasshopper fue alcanzado por dos
bombas, y se dio orden de abandonar el barco al llegar el fuego a la
santabárbara (almacen de municiones).
Las lanchas llevaron a los evacuados y a la tripulación entre las bombas japonesas
a unos cientos de metros de la orilla. Al realizar el recuento en tierra se dieron
cuenta que no estaba la pointer.
La isla estaba
deshabitada, por lo que tras construir
un refugio en tierra el suboficial George White fue enviado al Grasshopper a
rescatar lo que pudiese de suministros.
Buscando en el buque bajó a buscar cualquier cosa útil para llevarla a tierra y
allí escuchó a Judy en la oscuridad, que le llamaba dando lamentos, ya que se
había quedado atrapada tras una hilera de armarios metálicos. El suboficial construyó
una balsa con los restos del barco y
llevó los suministros junto a Judy, de vuelta a la isla.
La falta de agua dulce se estaba
convirtiendo en una tortura en un gran problema problema, hasta que Judy
comenzó a cavar en un punto desenterrando un manantial de agua fresca que
brotaba en cristalinos hilos salvando así la vida de todos los náufragos.
Los japoneses a los 5
días del naufragio volvieron a bombardear el Grasshopper. Los náufragos
lograron salir de la isla en un tongkang, que llevó a los supervivientes a
Singkep. Allí quedaron los heridos
y enfermos, los otros supervivientes dos días más tarde en un barco chino
viajaron a Sumatra, donde un barco británico les llevaría a Sri Lanka. Ríos estrechos llenos de maleza impedían la
navegación del barco fluvial, por lo que tuvieron que andar 200 millas por la
selva. En esta selva, Judy estuvo a
punto de perder la vida atacada por un cocodrilo y le quedó en recuerdo de ello
una gran cicatriz en el hombro toda su vida. Cinco semanas de penoso viaje les
llevaron a Padang pero perdieron el
barco de evacuación por 24 horas y fueron hechos prisioneros junto a la perra
por los japoneses.
Los tripulantes se
convirtieron en prisioneros de guerra, que estuvieron en el campo de Padang,
pero pronto los trasladaron a Balawan. Judy
la mascota, no podía ser abandonada, y se impuso la camaradería británica,
escondiéndola a bordo de los camiones de transporte, bajo sacos de arroz vacíos. Después de cinco días llegaron al campo de prisioneros de Medan. el Suboficial Leonard Williams
escribió: "así comenzaron los cuatro años de los trabajos más horribles,
la tortura, el hambre y la degradación que los japoneses nos podían infligir”. Una vez que Judy llegó a Medan,
conoció a Frank Williams, aviador
británico y líder entre sus compañeros de prisión, que amante de los animales,
la adoptó y compartió su puñado diario de arroz con ella desde agosto de 1942. Judy intervenía al distraer a los guardias
cuando castigaban a cualquier desgraciado. La pointer fue y ha sido el único
animal que se haya registrado oficialmente como prisionero de guerra durante la Segunda Guerra Mundial y creo que en ninguna
otra. La idea partió de Williams para protegerla de los guardias, quienes a
menudo amenazan con disparar a Judy cuando les gruñía y ladraba al ver que
pegaban a un prisionero, al que fuera. Williams
logró convencer al comandante del campo de prisioneros, que estaba borracho de
sake, sobornándolo con lo poco que pudo recabar entre los otros prisioneros, para
firmar los documentos de registro COMO PRISIONERA DE GUERRA, con la promesa de
uno de los futuros cachorros de Judy para evitar que la matasen.
El nombre oficial de Judy
de prisionero de guerra era '81A, de Medan. Durante
su estancia en el campamento, alertaría
a los prisioneros de los focos de los guardias japoneses y también si otros
animales como serpientes o escorpiones se acercaban. También hizo salidas fuera del
campamento, cazando ratas, animalillos, serpientes, en definitiva comida que le
llevaba a Williams. Judy tuvo otro grupo de
cachorros, esta vez bastardos, de los cuales cinco sobrevivieron. Uno de ellos se le regaló al
comandante del campamento, el más parecido a su madre, como se le había
prometido y otro cachorro se pasa de contrabando al campo de mujeres junto con la
comida que los hombres guardaban de sus raciones para darlo a ellas. Otro cachorro se regaló a la Cruz Roja
en Medan, una cachorra fue muerta a golpes por un guardia borracho y el último
se quedó en el campamento después de que Judy y Williams fueron trasladados de campamento.
En junio de 1944, los prisioneros fueron trasladados a Singapur en el SS Van Warwyck. No se permitían perros
a bordo, pero Frank Williams enseñó a la inteligente Judy a permanecer quieta y en silencio dentro de un
saco de arroz. Al subir a la
nave, Judy se metió en el saco y Williams se la echó al hombro para
introducirla a bordo. Durante más de tres horas, los hombres fueron obligados a
permanecer en la cubierta con un calor abrasador, y durante todo el tiempo Judy
estuvo quieta y en silencio tal y como
le enseño su amo, en el saco cargado a las espaldas de Williams.
Las condiciones a bordo
de la nave eran de hacinamiento con más de 700 prisioneros a bordo más la
tripulación. El 26 de junio de
1944, el barco fue torpedeado. Williams
empujó Judy fuera por un ojo de buey o
ventana del barco para salvar su vida, a pesar de que había más de 4 metros
para llegar al mar; después escapó el. Murieron
más de quinientas personas en ese
naufragio.
Frank Williams fue
recapturado y enviado a un nuevo campamento sin noticias de Judy. Al llegar al campamento empezó a escuchar
historias extraordinarias de un perro que llevaba salvavidas a los hombres
durante el naufragio, pedazos de tabla o que les intentaba ayudar nadando junto a ellos. Esos
supervivientes a los que ella ayudó la escondieron de los japoneses; al
llegar al muelle, fue encontrada por Les Searle que intentó esconderla en el
camión donde les obligaban a subir, fue descubierta por un capitán japonés que
amenazó con matarla, pero tuvo suerte porque en ese instante se hallaba muy
cerca el comandante del campamento Medan,
que tenía un hijo suyo, y se le permitió viajar con Searle en el nuevo campo de prisoneros pues ella era una prisionero de
guerra tal y como aseguraba el comandante que firmó esta condición.
Williams tenía la
esperanza perdida cuando vió de nuevo a Judy. "No
podía creer lo que veía. Cuando entré en el campo, un perro flaco se me tiró al
pecho y me derribó! Nunca había estado tan contento de ver a la vieja. Y creo
que ella sentía lo mismo! "
declaró después en sus memorias. Después de cuatro semanas en el nuevo
campamento, que fueron trasladados de nuevo a Sumatra en un barco de vapor para recoger fruta. Nada
más lejos de aquello, pues en su lugar, pasaron un año en Sumatra,
poniendo raíles a través de la selva
para la vía del tren. La única
ración de tapioca al día, tenía gusanos,
Frank la compartía como siempre con Judy.
Ella demostró su agradecimiento a
Frank llevándole lo poco que cazaba, alertando a los guardias de tigres o
elefantes, o en avisarle cuando había nativos escondidos o entretener a los
guardias o simplemente en mirarle con ternura lamiendo sus manos. Frank
acredita Judy le salvó la vida durante el tiempo que pasó allí, "Ella me
salvó la vida en muchas maneras. La manera más grande de todos los que me
estaba dando una razón para vivir. Todo lo que tenía que hacer era mirar hacia
ella y hacia los cansados, los ojos inyectados en sangre de mis compañeros y me
preguntaba: ¿Qué le pasaría si yo muriera?
yo tenía que seguir adelante, por mí, por ella ... incluso si eso significaba
la espera de un milagro ".
Emotivas palabras de una persona que luchaba para sobrevivir sin olvidarse de
su camarada de penurias.
Una vez acabó la guerra en 1945, se dijo a los prisioneros de guerra a permanecer en el lugar que se encontrasen, hasta que las tropas aliadas llegasen a relevar los japoneses. En esa espera, un brote de piojos llevó a los japoneses a querer matar a la odiada Judy, diciendo que era la causa de ese mal. Williams escondió la perra durante dos días hasta la llegada de los Aliados.
Judy fue escondida y
prácticamente pasada de contrabando a bordo del buque de tropas Antenor rumbo a LIVERPOOL. Williams, Searle y otros dos
exprisioneros cuyo nombre no he podido averiguar, metieron en el barco a Judy evitando a la policía del muelle. El
cocinero del barco, muy amante de los perros, la cuidó y alimentó en el viaje al
Reino Unido.
Al llegar a casa Williams
contó la historia de la perra a sus superiores, y se permitió su entrada tras
seis meses de cuarentena en Hackbridge, Surrey, hasta que su dueño , compañero
y amigo la recogió para llevarla consigo a Londres el 29 de abril de 1946.
Williams recibió la Cruz blanca de San Giles, y Judy
fue condecorada con la Medalla Dickin ,
la Cruz victoria de los animales en mayo de 1946 por el Su Excelencia el Mayor, Vizconde de Tarbat,
presidente de la Asociación de prisioneros de guerras británicos retornados, y
fue inscrita como único miembro canino de la asociación. Las palabras del Mayor
fueron: "Por el magnífico coraje y la resistencia en los campos de
prisioneros japoneses, lo que ayudó a mantener la moral entre sus compañeros de
prisión y también para salvar muchas vidas a través de su inteligencia y
vigilancia". PRECIOSAS PALABRAS DEL ARISTÓCRATA Y MILITAR, que llegaron a
un sinfín de periódicos de los más importantes del Mundo.
Judi fue entrevistada por la BBC en los actos de
las fiestas de la victoria en Londres un 8 de junio y sus ladridos, ya que ante
las preguntas de los locutores solo contestó “Guau - Guau”, fueron difundidos a la nación por la radio,
como parte del programa En la
ciudad esta noche . Frank y Judy pasaron años
después de la guerra visitando a los familiares de los prisioneros de guerra
que no habían sobrevivido. Frank
Willians siempre decía que sus visitas con la perra llevaban una presencia reconfortante
a las familias.
El 10 de mayo de 1948, la
pareja se fue a trabajar en un proyecto financiado por el gobierno del Reino Unido, con plantaciones de
cacahuete en Tanzania. Hubo que superar grandes dificultades para
obtener el permiso de Judy para viajar con su inseparable amo, pero el Evening
Standard, difundió la noticia que llegó a oídos del segundo vizconde de
Leverhulme, Sir William Lever, que movió todas sus influencias para que la
perra pudiese viajar.
La perra tuvo allí una tercera y última camada de cachorros en África. Después de dos años en el continente
negro, a Judy se le manifestó un tumor,
y con todo el dolor de su corazón la
sacrificó en 1950, un 17 de febrero. Tenía algo más de 13 años. En su memoria, Willians
le realizó con sus propias manos un mausoleo, sobre el lugar donde está
enterrada, de granito y mármol, con una
placa que relata la historia de la heroica pointer.
El 27 de febrero de 1972,
Judy fue recordada en los servicios de la Iglesia Anglicana en Gosport y
Portsmouth, y en 1992 su
historia apareció en un programa de
televisión británicos para niños llamado Blue Peter. En el 2006 su collar y
medalla fueron expuestos al público en el Museo Imperial de Guerra , en Londres, como parte de la exposición
“Los animales en la Guerra”. Fue
presentado en el (IWM)por Alan Williams, un hijo de Frank.
Espero que te halla
gustado Pepe.
Rafael Fernández de Zafra
Julio 2014.
Bibliografía:
Autobiografía de la página webb de Frank Williams.
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