El Barbas ¿Grifón español?
Dedicado a los señores don Alejandro Rodríguez Serrano y don Leendert Bosman, cinófilos que bucean en la historias de las
razas.
Introducción
Entre el baúl de los recuerdos de la cinofilia española hubo
una raza tristemente desaparecida que ocuparía el nicho que ostentan los
grifones en otros países de nuestro entorno europeo y quién sabe, si estos
mismos portan algo de sangre de nuestro desaparecido can que fue indiscutible
rey de los humedales del Levante.
Como ya os he relatado en otros artículos yo siempre andaba
pegado a mi abuelo Antonio un verdadero “sportman” en todos los sentidos. En
una de nuestras visitas a Valencia y concretamente a unos amigos de Villamarchante
y Sueca, donde el arrozal más tradicional de la zona campa junto a la trufa en
sus vegas encharcadas, fuimos a ver unos palomos de los llamados Peters,
grandes como gallinas de los que se usan en la huerta para cebarles y, tras
saborear en la finca un sabroso arroz en paella con pato, pasamos a ver los
animales y a saludar a Boro (Salvador) el guardés que vivía en una barraca que
llamaba poderosamente mi atención, humilde vivienda del campo valenciano que se
me antojaba una casita de cuento de gnomos. El abuelito estaba interesado en
una “rater” famosa por su afán en la caza que estaba parida a ver sí
recabábamos algún cachorro del señor Boro y tras una generosa propina nos llevamos un
machillo anuro y vivo como una pimienta; Boro estimulado por la propina y la
promesa de unas copas nos enseñó otros perros mayores que usaba para la caza y tenían cachorros…. “Barbas don
Antoni si gusta de uno llévelo” dijo con ese tan bonito acento de la tierra del
Turia, mi abuelo declino gentilmente la oferta y retornamos juntos a casa del
“senyoret” a tomar esas copas prometidas y yo a fumar un cigarro a escondidas y
a escuchar charlar de perros y palomas.
Al día siguiente en el largo retorno a Andalucía, me contó
los pormenores de la raza que él conoció y que coincidía en una parte con
aquellos perros de Boro pero no en sus enroscados rabos y cortos morros.
Mi abuelo siempre me dijo “imagínate un garabito de pachón o pointer
recio de cuerpo y de pelo duro, eso era un barbas”….corrían los años 70 y
entrábamos en el 80, andaba yo por los 12 años cuando me contaba esto. Hace
unos meses la coctelera de mi cabeza se agitó movido por la curiosidad que
despertó en su día el viejo cazador en
su nieto….(ví un perro hijo de un cruzado de pachón y labrador como padrillo y
como madre una podenca Cerdeña…..¡¡¡¡era
el perro descrito por mi abuelo!!!!), algún recorte de prensa antiguo, cosas
del archivo de mi buen amigo don Alejandro y del mío…..y esto que sigue es lo
que puedo contaros de la extinta raza de “grifones españoles” de los que conocí un mísero
rescoldo en la profundidad del arrozal
valenciano.
Con este artículo he intentad recomponer toda la información
que me ha sido posible rebuscar de la raza….información por otra parte muy
escasa y perdida en el tiempo.
Hilvanando artículos,
libros e historias….
En la clasificación que la Real Sociedad Canina de España
realiza en los albores de su nacimiento, en el año 1912, reconoce de modo
explícito 7 razas de caza que son a saber: El pachón Navarro, el pachón de
Vitoria, el Perdiguero, el Perdiguero de Burgos, el Perdiguero de Mallorca (que
hoy se recupera bajo el delicioso nombre
en mallorquín de Ca Mé) el Gorgas de Alicante y el Barbas.
Podríamos definir al perro Barbas como un perro de caza de
pelo largo y barbas, ocupando el nicho y equivalencia al tipo griffon en la
caza de acuáticas en España y en desarrollo paralelo a razas que se desarrollan en Europa, como son el barbet,
grifon italiano (ancestro del Spinone), el perro de aguas polaco o el
Brusbart ruso (Barbet Ruso; recuérdese la gran afición al perro de tipo
caniche desde hace cientos de años que había en la Rusia de los Çzares),
compartiendo con algunos de ellos orígenes y con todos ellos el uso como perro
de caza apuntador y retriever (más en este segundo uso) en zonas pantanosas y
encharcadas y preferiblemente de anátidas.
Surge toda esta interesante familia canina del cruce meditado
y dirigido por el hombre de perros de pastor y perros de caza apuntadores, de
ahí el que estén cubiertos de una dura capa de pelo semilargo y barbas que les ayudarían al desarrollo de su
especialidad y cometido.
Con altísima probabilidad sino con absoluta seguridad el
perro de aguas español interviniese en esta raza o cruce y si no él, el antiguo
perro de la Berbería, sus descendientes (los aguas) o vestigios de esa anciana
raza del norte de África.
Y cual es el cruce que dá entonces lugar a la “raza”. …. Un
precioso libro nos lo aclara “Tesoro de la Cacería” publicado por la sociedad
de Cazadores en Madrid en el año de 1858, del que poseo una copia y dice lo siguiente:
“
Barbas o lanudo: Esta clase de perros se obtiene de la mezcla del perdiguero
(videtur perdiguero antiguo y no en el concepto actual) con una perra de aguas
y su denominación les viene del muchopelo que tienen. Son muy fuertes y duros
para el trabajo y a propósito para toda clase de caza, especialmente para la de
agua, en la cual entra con mucha afición en todo tiempo. Por eso sin duda Mosen
Garcerán, cazaba acompañado sólo de su perro barbas, DE DOS NARICES, animal de
tan buenas condiciones para la caza, como feo y repulsivo a los ojos del que
contemplaba su estampa”…
¿Se trataba pues de un perro garabito o sea mezcla de perro
de pluma o muestra con otro que no lo es? Posiblemente de ahí surgiera y luego
se seleccionaran estos ejemplares entre sí para estabilizar las características
deseadas por nuestros cazadores.
Tiene lógica y la mejor es la del análisis de la
experiencia…. A lo largo de los años he conocido cruces de rough collie con
perro de agua, de podenco con perro de agua, de yorkshire con perro de aguas y todos han dado como
resultado ejemplares de pelo largo, semilanoso (entre duro y lanoso con capa
externa fuerte y capa interna suave) y con grandes barbas….bien pudiera ser el
producto de cruces entre pachón, perro de punta español o perdiguero ancestral
por perra de aguas y dependiendo si el padrillo era un pachón sedeño (remitiéndonos al cruce del pelo largo por
pelo duro arriba observado por experiencia de años) sería más grande la barba y
de más armoniosas y bellas formas.
Otro libro que hace referencia a nuestro grifón nacional es
el “Manual del cazador cubano”, de don Enrique Manera y Cao, publicado en
Barcelona en 1886, en el que dice literalmente cuando parece hablar de un
grifoncillo o de un perro de aguas de
tamaño pequeño : “ Perro de agua: La raza de Alicante es la preferida, de pequeña
alzada, ojos azulados o verdosos, pelo crespo algo basto, blancos enteramente o con manchas marrón o
negras, carecen de olfato pero son entendidos y dóciles, circunstancia esta que
los recomienda para enseñarles a cobrar la caza muerta o herida dentro del
agua” .
Al hablar del Barbas dice: “Barbas o lanudo: Tambien se les llama
grifos, de pelaje gris o amarillento sucio, áspero y encrespado, mediana alzada
y buena nariz, no son muy comunes y cuesta trabajo adiestrarles”. En
este párrafo sí parece describir a nuestro Barbas y a finales del siglo XIX ya
se hace la mención de que es una raza difícil de encontrar .
Refrenda todo ello que apunto, desgraciadamente para
nosotros, por el poco material que hay también la cinofilia extranjera, a pesar
que don José Gutierrez de la Vega, en su libro “Los
perros de caza españoles” editado en 1890, cita a personas interesadas en esta
raza y dice : “ Viendo los últimos que recientemente me han visitado o escrito,
los señores Romberg desde Francia, Bechmann desde Alemania y en nombre de este
el señor Krichler, presentándose en mi casa de Madrid “.
Inge Ficher al hilo del
relato anterior testimonia la verdad de esta visita: Franz Krichler “ un famoso
cinólogo alemán” vivió algún tiempo en España y ha conocido muy bien todas las
razas españolas describiéndolas en el estudio Katechismus (1892) sobre el
Barbas, él escribió que la raza estaba construida desde hacía más de tres
siglos y se había originado del cruce entre perdiguero o pachón con el perro de
aguas. Herr Krichler explicaba que los machos casi siempre estaban castrados y la raza venía normalmente rehecha con sangre nueva de cruces recientes y
similares de esas razas usadas con hembras ya barbas.”
C.R Jerusalem (Der hund, nº 11,10 de junio 1927) nombra a los
barbas entre los perros de caza apuntadores
más nobles, y publicó las fotos que
fueron usadas en el libro de la condesa Von Hagen (1935).
Eco de la buena sociedad y del nuevo “sport” de los shows, de
las exposiciones caninas de primeros de siglo es el periódico deportivo de moda
en el primer tercio del siglo XX en España, el Heraldo Deportivo, que deleitaba
a sus lectores cada 10 días publicando sus números los días 5, 15 y 25 de cada
mes, primero desde la calle Villalar y corriendo el año de 1926 desde la de
Abascal, ambas sitas en la Villa y Corte. En este diario se mencionan a los
ganadores y razas de sus perros, cuando se celebraban estos eventos, memoria y
testigo de la existencia del Barbas en la cinofília oficial.
Corriendo los años cuarenta del pasado siglo, se publica en
1944 el libro “El perro y el gato” de A. Riera Adoher quien lo define así : “Barbas
: Pelo basto, erizado, parecido al grifón, siendo casi siempre bicolor.
Indicado para la caza acuática aún en lo más riguroso del invierno. Talla menos
que mediana” (el autor cifraba la talla mediana mínima en 30 cms). En el mismo libro agrupa esta raza entre
perros de “rastro” junto al cocker, fox terrier y bassets.
Parece que el Barbas como hemos indicado es un perro no
estudiado y olvidado en el presente de la cinofilia española; y de lo poco que se estudia en el extranjero
hay confusión con ella por la falta de documental que existe. Unas notas en el libro de Castaing ( Les Chiens de arret 1960) que mencionaba a un viejo extinto
pachón de Vitoria de pelo largo que estaba como considerado “cruce” de english
setter y español bretón (craso error por
su parte pues demostrado está que el perro de punta español y el propio pachón
en todas sus variedades fueron padres de esas razas), y no tan barbudo no
exactamente con barbas, sino con algún pelo duro en los belfos (presumo que al
estilo de un cocker spaniel cuando no se arreglan de hocico pues los hay muy
peludos). Después el menciona un pachón Navarro de pelo largo; normal en este caso, serían los sedeños que
han llegado hasta nuestros días (como un bretón aproximadamente) pero Castaing
reporta una interesante descripción de un perro con pelo largo que presentaba
alguna membrana entre los dedos, el pelo era presente en dos variedades largo,
y abundantemente ondulado y más corto, y otro caracterizado por un pelo rizado,
corto y cilíndrico
(¿cruzado?,¿mestizo?, ¿aguas?...¿un antepasado del curly?) . En el caso
del pelo “tignasse” (duro en cerdas, erizado) arriba de sus
cabezas, el hocico es cubierto con
pelos. Este pachón de pelo largo era un grifón y no un spaniel según Castaing, craso error y de nuevo, confusión, por
parte del señor Castaing poco familiarizado con nuestros pachones.
Siguiendo el mismo texto dice “ ( citando a
Juan Roig y su libro “ Perros de rastro y de parada” Barcelona 1952) he
visto fotografías de 7 u 8 ejemplares diferentes, de algunos se trataba de
verdaderos barbets otros parecían poodels cuando estaban en el corte a lo león
y otros me recordaban a los spaniels de Pont´Audemer. Ni de lejos pertenecían a
la misma raza y se presentaban en las dos variedades” Los autores dado que sus
pelajes crecían bastante largos, algunos
los esquilaban a la mitad de su longitud o a medio cuerpo hasta las patas
posteriores al estilo “león” y sus hocicos y dejaban un pompom en la punta de
la cola”.
La última referencia a un perro “barbas” quizás en un triste
recuerdo de lo que fue la raza o de un bien intencionado propietario que en su
día la conoció, es del año 1966, concretamente en la edición del día 11 de febrero de ese año, del periódico ABC, en el
que en la página 89, se ofrece una sustanciosa recompensa por un barbas perdido
en la zona de la calle Viriato, en el castizo Barrio de Chamberí….y esto es lo
que he podido investigar para mostraros a uno de los miembros desaparecidos y
menos conocidos de nuestras razas
españolas que empezó siendo reconocido y acabó siendo olvidado.
Julio de 2017.
Bibliografía:
Archivo de don Alejandro Rodríguez
Apuntes de don Leendert Bosman.
Apuntes de mi archivo personal.
Hemeroteca del Heraldo Deportivo Madrid.
Hemeroteca ABC Madrid.
Archivo personal del autor y los libros que se mencionan en
el texto.
MUY INTERESANTE, ENHORABUENA!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por que le ha gustado.
ResponderEliminarHermosa e interesante este relato
ResponderEliminarMuchas gracias señora por su interes y felicitación.
EliminarMe encanta. Muy ilustrativo. Una pena...
ResponderEliminarMuchas gracias, si una pena que no podamos disfrutar de esta raza
EliminarLeer es importante y si es ameno mejor ya que aprendes y no te cuesta trabajo . Un Saludo Rafael .Desde la verde Asturias donde se han hibridado ,muchos ejemplares de sabueso español y a los que los aficionados a la caza mayor en batida y usándolos a la traílla ( método de caza tradicional de mi tierra) llaman grifones. J.Ramon Prieto Inclan.
ResponderEliminarMuchas gracias, con amigos como tú la vida es mucho más bella!!!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy didáctico y ameno. Gracias por compartir tan cinófilos conocimientos.
ResponderEliminarGracias Angel muy amable
EliminarMuchas gracias, en mi infinita ignorancia desconocía la raza.
ResponderEliminarGracias a ti por leer estas líneas
ResponderEliminarMe gustaria conseguir una caracola,? alguien me podia decir como?, gracias
ResponderEliminar¡¡¡Rafael, me dices que no tienes tiempo para publicar un libro (o dos, o tres,...), o no estás motivado para escribir sobre cinología!!!
ResponderEliminar¡¡¡Los que amamos la cinología NECESITAMOS tu/s libros!!! ¡¡¡Ponte a escribir ya, por favor!!!