Existe un mágico lugar en la
geografía atlántica que comparten Portugal, Cabo Verde y España que se llama la
Macaronesia y allí en medio del océano hay tres razas caninas que comparten un origen u orígenes comunes
que nos hermanan más a España y a Portugal y que quiero daros a conocer hasta
la profundidad que llegan mis deducciones, investigaciones y conocimientos
cinófilos. Todos ellos coinciden en el común antepasado del alano español, nexo
de unión de otras tantas razas que en el Mundo fueron influenciadas por las
nuestras, entre otros factores por nuestro espíritu de conquista y pasado
imperial al igual que la influencia en las modas y Cortes de otros países.
Datos geográficos de la Macaronesia
Macaronesia es
el nombre colectivo de cinco archipiélagos del Atlántico Norte, más o menos cercanos al continente africano: Azores, Canarias, Cabo Verde, Madeira e Islas Salvajes.
El término procede del griego μακάρων νη̂σοι
(makárôn nêsoi -"islas afortunadas"-), la morada de los héroes
difuntos según la mitología, en el extremo Occidente.
Las islas poseen muchos aspectos naturales
(botánicos y zoológicos), geológicos y climatológicos en común: son, por
ejemplo, de origen volcánico y acogen una flora
particularmente rica y diversa, con abundantes endemismos como los bosques de Laurisilva y los
adejes y bejeques principalmente.
A estas islas se añade el llamado enclave macaronésico africano, una zona de la costa africana situada aproximadamente entre
las Canarias y Cabo Verde (es decir, entre la costa
del Sáhara
Occidental y
el río Gambia, aproximadamente), que comparte
algunas de las especies endémicas de los archipiélagos macaronésicos.
Aunque todas las islas de Macaronesia tienen
un origen volcánico, la naturaleza de este vulcanismo sólo está clara en el caso de
las Azores, que emergen directamente sobre la dorsal
centroatlántica.
Respecto al resto de los archipiélagos, se especula con la existencia de
varios puntos
calientes en
el océano
Atlántico. Además, en
algunas islas situadas sobre la corteza de transición continental-oceánica,
como Lanzarote y Fuerteventura, el ascenso del material piroclástico ha podido transportar a la
superficie material sedimentario del borde continental.
1º.- FILA DE SÂO MIGUEL
Nuestro primer atigrado. Es un animal rústico
propio de las Islas Azores y concretamente de la de San Miguel, el fila de São Miguel es un
perro de tipo molosoide, usado tradicionalmente como perro de guarda en las
propiedades y carros y como perro de vacas o boyero, de ahí el primer nombre
con el que se le conoció en el año de 1938 al presentarlo así en una Exposición
canina en Lisboa, aunque ya se nombraba durante todo el siglo XIX en todo el
territorio portugués . Hay referencias al mismo en el siglo XVI en el que Gaspar
Frutuoso en el libro “Saudades da Terra” habla de un perro de fila que es sin
duda un primitivo San Miguel.
Las Azores desde su conquista reciben aportes
de varias razas, entre otras las del Cao de Castro Laboreiro en su forma
ancestral (que es una de los dos pilares de la raza junto al alano español),
mastines ibéricos (léase desde rafeiros en su primitiva forma, gados y
españoles), y otras razas portuguesas y /o ibéricas entre ellas alanos españoles y el rabo torto
o torcido español, (una ancestral raza de perros de toro española que se
introdujo en el archipiélago de las Azores en la invasión española de 1582 con
S.M.I Felipe II de España y nuestras tropas y perros de guerra) para crear las
razas molosoides que el aislamiento isleño, las necesidades de los moradores de
las mismas y los visitantes de otras razas de allende las ínsulas azorianas
funden los dos molosoides de las azores que eran el fila o cao
da Terceira, desaparecido, también llamado “rabo torto” que está siendo
reconstruido y seleccionado a base de retrocruces desde el fila de San Miguel
por un grupo de aficionados de los cachorros que nacen con el rabo torcido y
más chatos.
Testimonio de ello y de estas razones son las
importaciones que, desde Inglaterra realizan muchos aficionados británicos de
estos ancestros de perros toro españoles y de rabo torcido hasta finales de
1800 y principios de 1900 y no lo dice este que hoy se dirige a ustedes sino el
libro de Robert Leigton publicado en 1911 “The new book of the dog” que hace
referencia a estas importaciones, al bulldog español y a su papel en otras
razas fuera de nuestro suelo patrio.
Su forma de pastorear las vacas es mordiendo
sus corvejones por lo que para evitar accidentes en el campo la costumbre era
recortarles las orejas en forma redondeada y también el rabo para evitar
dolorosos desgarros con las zarzas y ramas o pisotones de los bóvidos que
guardaban y también por sanidad en sus orejas u otras lesiones propias de su
trabajo.
De
cabeza fuerte y en forma cuadrada con un cráneo largo y moderadamente redondo.
Los ojos son expresivos y de gran brillo y fiereza, que se complementan con el
corte de orejas que les da un primitivo
y bello aspecto. Las orejas sin cortar son de tamaño mediano con una
forma triangular e inserción alta.
Tiene el pelaje corto, tupido y liso con una textura
áspera. El color del manto es leonado, beige o ceniciento en diferentes tonos
pero siempre atigrado. Puede tener manchas blancas en el pecho o en los pies.
Es una raza de la
cual se tiene conocimiento desde principios del siglo XIX en la isla de San
Miguel, Archipiélago de las Azores.
Su primer estándar
fue redactado en 1984 por el CPC, fue reconocido provisionalmente por la FCI en
1995 y de manera internacional hasta el año de 2007.
Para más información
consultar con estándar F.C.I
He tenido el
privilegio de seguir parte de la moderna andadura de esta raza y les aseguro
que es un excelente y fiel perro de guarda de mucho carácter y resistencia,
desconfiado con los extraños, muy familiares, deportivos e inteligentes.
2º.- EL MAJORERO
CANARIO.
Es nuestro
segundo atigrado de la Macaronesia. El perro majorero o perro bardino es nativo
de la isla de Fuerteventura, en las Canarias, y tiene sus orígenes en los
perros aborígenes canarios y los que
portaron a su llegada los castellanos a esta isla en 1404 – 05.
Responden a
la combinación durante más de 600 años de los perros primitivos guanches, junto
al aporte de sangre de los perros españoles y al aporte de sange de perros de
carea españoles de tipo molosoide que
estuviesen emparentados con probabilidad como procedentes de un mismo antiguo
tronco con los castro laboreiro (videtur fotos de esta raza y comparar con un
majorero de pelo oscuro)en el que coincide no sólo en capa sino también en
función y carácter.
Tanto la
obra de Juba II el rey naturalista y filósofo de Mauritania (siglo I AdC, como
los cronistas romanos que las relatan Plinio y Estacio y los cronistas
españoles (Fray Alonso de Espinosa) se refieren a los antiguos perros guanches
prehispánicos como animales muy numerosos del aspecto de lobos algo más pequeños,
que bien podrían entroncarse con el antiguo perro cabileño del norte de África
que va desde Mauritania y Argelia, con un aspecto parecido a un podenco
alobunado de color lobo en sable y que se mantuvo casi en su forma pura hasta finales de los años 70 del pasado siglo
y yo conocí. Otros dicen que los animales eran grandes e imponentes por lo que
es posible que conviviesen dos tipos de perros prehispánicos.
En la isla se usaron como pastores de caprino
(de hecho los romanos conocían a Fuerteventura como la isla de las Cabras) y
para tareas de guardia y actualmente lo hacen de igual forma.
El perro
majorero o perro bardino es un perro de trabajo empleado en tareas de pastoreo
y "apañas" y bien adaptado a los escarpados terrenos volcánicos de
Fuerteventura. Es muy apreciado en el resto de islas, donde suele emplearse
como pastor de cabras, por su destreza en el trabajo conduciendo las reses sin
dañarlas. Su temperamento es valiente, firme, alegre y siempre alerta, dada su
condición de perro guardián. Desarrolla, asimismo, un gran apego por su amo y
es alegre y cariñoso en familia. Por el contrario es especialmente territorial
con otros perros y desconfiado hacia las personas desconocidas, especialmente
si tiene encomendada la tarea de proteger cualquier posesión, rebaño o persona,
llegando a ser fiero si se da la circunstancia.
El bardino o
perro majorero es de aspecto rectangular, los machos miden como media, sin
tomar en cuenta la cabeza, 56 cm de altura y las hembras 54 cm, y pesan de 30 a
45 kg los machos, y de 25 a 35 kg las hembras. Poseen una cabeza pequeña en
comparación con el poderoso cuello, y de cráneo ancho. Los labios son delgados
y apretados, la nariz es ancha y negra y la mandíbula tiene forma triangular y
en ella se disponen unos dientes de base ancha y bien alineados. Los ojos son
más bien pequeños y el color varía desde amarillo a negro. Las orejas están
situadas en la zona alta y atrasada de la cabeza y con forma triangular, parece
que estuvieran partidas y los dos pliegues que poseen no le permiten
mantenerlas completamente erectas. Según la posición de las orejas se puede
saber el estado de ánimo del perro, por ejemplo, en actitud sumisa o cuando son
halagados las ajustan a la cabeza; en actitud defensiva o de pelea y encelados
las ciñen a la cabeza, lo que da lugar a esa silueta en la que no sobresalen,
no se las distinguen vistas de frente o lateralmente.
El cuello
del bardino es una de sus características principales, es robusto, potente,
corto y ancho, más en la base del cuerpo que en la de la cabeza, y le da
aspecto al perro de desproporcionado pues la cabeza es pequeña en comparación,
no presenta papada. El pecho es ancho y redondeado y la espalda recta, más
larga que ancha y bien musculada. Las extremidades son fuertes y musculadas,
algo más cortas que el cuerpo y presentan la llamada uña de aire, un dedo
atrofiado sobre el pie que pueden llevar arrastrándolo. La piel es gruesa y
lisa, cubierta de pelo no muy largo ni muy corto (aunque en algunas zonas como
en el área posterior de los muslos y en la zona baja de la cola aparecen pelos
más largos), suave al tacto y con brillo, y de color abardinada, es decir,
atigrada con franjas verticales sobre colores que van desde el verdoso al negro
pasando por toda una gama de marrones. No se permite el color negro total. El
trote del perro majorero es elegante, recto y de rápida arrancada; y el andar
suave y distendido. Está perfectamente capacitado tanto para el pastoreo como
para ejercer de perro guardián.
A los
animales de trabajo se les cortan varias vértebras de la cola que va desde un
tercio a simplemente despuntarla para evitar heridas en las barrancas y cañadas
cuando trabajan con el ganado.
Para más
información consultar estándar R.S.C.E
La raza sufre un gran declive de mediados de
los 60 a mediados de los 70 debido a su sustitución o mestizaje con otras
razas, que le lleva casi al borde de la extinción hasta que en 1979, se celebró en Gran Tarajal, en el municipio de Tuineje, la primera monográfica de la raza , siendo el inicio del proceso para el reconocimiento de la raza
por parte de la Real Sociedad Canina de España, la Sociedad
Protectora del Bardino (S.P.B.) trabajó en la recuperación y difusión de la
raza y por fín el 14 de abril de 1994 la Real Sociedad Canina de España reconoce al Perro Majorero,
como raza canina autóctona.
Actualmente la
Asociación para la Conservación del Perro Majorero (ACPM salvaguarda y fomenta
al Perro Bardino Majorero con un plan de cría, fomento y mejora de la raza
cediendo de cachorros entre sus socios y entre ganaderos para ser utilizados en las
apañadas y repoblar la isla de ejemplares de buena calidad racial y genealogía conocida.
Por su
bravura y fiereza fueron usados como base para crear el perro de presa o dogo
canario.
Esta
maravillosa y primitiva raza ganó mi corazón siendo niño, cuando un soldado
vecino de Fuerteventura le regaló a mi abuelo a nuestro “Hassam”.
3.- EL DOGO
O PRESA CANARIO
El tercer
atigrado de la Macaronesia es una espectacular raza a la que también he tenido la suerte de conocer
profundamente y asistir a su recuperación en el siglo pasado y disfrutar de la
amistad de grandes criadores de la raza, pudiendo bucear en su morfología desde
su nacimiento y evolución hasta adultos, para conocerlos mejor en carácter y
evolución desde muy pequeños. He conocido perros antiguos como el “matamoros”
un pinto “canarion” y luego los más modernos de mis amistades.
Respecto a
la base del primigéneo perro prehispano de las Islas Canarias me remito a lo
anteriormente expuesto en apartado del perro majorero.
Otro de los
perros que entra en la bases es sin duda el perro majorero, además del alano
español, los antiguos “bulldogs” o perros de toro españoles, mastines españoles en menor
medida, canario entra en el antiguo
perro de presa o dogo canario entre estos perros propios o naturales de las
islas que parece ser las tribus guanches
peleaban ya antes de la llegada de los españoles.
La
historia escrita de las islas son los testimonios existentes tras la conquista
del archipiélago canario, los indubitados documentos que atestiguan la antiquísima
presencia de perros resultan ser
los Acuerdos y Ordenanzas del Cabildo de Tenerife y
de Fuerteventura (lamentablemente los
de Gran Canaria se destruyeron), donde se citan “perros de combate” y al perro de presa como tal. Las Ordenanzas de 1511, debido a los daños cuantiosos ocasionados por perros cimarrones
en el ganado, se ordenó exterminar aquellos, a excepción de “…doce perros castizos para matar perros salvajes”. El perro
de presa se convierte pues en el privilegio de unos pocos.
Estos
perros de presa eran usados por los carniceros de la época para sujetar las
reses durante el sacrificio, tanto en Canarias como en la Península y otros
territorios Imperiales, por lo que los Acuerdos referidos disponen que cada carnicero pueda disponer de dos de
estos bravos perros dos perros, siempre y cuando éstos tuvieran por
oficio la jifería (o sea fuesen matarifes), “…teniéndolos atados de noche y de
día y solo los desatasen para prender las reses”.
El Cedulario del Cabildo de Tenerife, de 5 de febrero de 1526, confirma mi
teoría junto a ilustres propietarios del siglo pasado como los Condes de la
Vega Grande de que el perro de presa español fuese alano, perro de toro o presa
canario fue el perro de la nobleza y la clase alta y de hecho se refleja con
mayor fuerza en las islas afortunadas : “Otrosí porque hay en esta isla
dos perros que matan los perros salvajes, porque queden perros para matar los
salvajes, se permite que estos dos perros queden, por ser amaestrados, como se
ha visto por experiencia en Adexe y Abona, donde los tiene Pedro de Lugo,
regidor”.
Entre
los siglos XV y XVI se fija el primitivo perro de presa o dogo entre un perro primitivo y aborigen, que no debió ser muy grande ni pesado tal
y como lo describen otros autores, cruzado
con perros de presa traídos por los conquistadores (presa de Burgos, presa
español, alanos, perro de toro etc.) que se empleaba profusamente en monterías,
para la suerte de perros en las plazas de
toros con los animales mansurrones o como perro de guerra; las Canarias fueron
escala de nuestras naves que hacían las Américas y los puertos de mar en
aquella época eran lugar de escala, ocio y divertimento para la marinería
aficionada por otra parte a las peleas de perros enfrentando a los propios que
llevaban con los insulares que allí habitaban.
Entre los siglos XVII y XVIII, se retempla la primitiva
raza por segunda vez debido a la gran afluencia de comerciantes, mercaderes y
navegantes, sobre todo británicos, muy aficionados a las peleas de perros, y
gallos; los canarios eran también muy aficionados a las riñas y briegas y
tenían buenos perros por lo que
ejercieron allí su hobby . Los mejores perro en la pelea se emparejaban
entre ellos por lo que la sangre de los primitivos bulldogs ingleses y otros
perros de pelea entraron en su caudal genético, modelando la raza.
Quizás en
esa época entraran el perro Bardino o Majorero, por agilidad y carácter, moldeando
su expresión y su característica capa bardina de tonalidad atigrada verdosa, logrando
una morfología bastante uniforme al entrar en el siglo XX.Sus funciones bien
claras, perro de guarda y defensa, de pelea y de carnicero.
Al prohibirse la pelea de perros en España y
ponerse de moda las razas extranjeras,
estuvieron al borde de la extinción a finales de los años 60 del pasado
siglo. Razas inglesas modernas como el bullterrier y alemanas como el gran danés entran en este periodo tras la segunda guerra mundial como tercer retemple de la raza. En el año de 1970 cuando se empiezan a recuperar, a aunar
criterios y a refrescar sangre contando con los últimos perros y las
descripciones y memorias de viejos criadores, la participación en las
exposiciones internacionales y nacionales de Las Palmas y Santa Cruz de
Tenerife. En este periodo entra el cuarto retemple de la raza con ejemplares puntuales de american Staffordshire y el Fila Brasileiro.
En los
años 80 se reconoce oficialmente la raza
por la Real Sociedad Canina de España.
La
Exposición mundial de Portugal de 2001 vive el reconocimiento provisional de la
raza por la F.C.I. que en su Asamblea General celebrada en París el 4 de julio
de 2011 acordó por unanimidad reconocer a título definitivo la raza canina
española Dogo Canario (antiguo Presa Canario), pudiendo optar al C.A.C.I.B. en
la Exposición Mundial de París de 2011.
Características
generales (para más información consultar estándar FCI):
·
Peso del presa canario macho
50-65 kilos y hembras 40-55
kilos.
·
Altura presa canario macho 60-66
cm y hembra 56-62
cm.
·
Colores del presa canario todos
los tonos en atigrado, rojos y marrones siempre con máscara negra.
Se aceptan las marcas blancas en el pecho.
El cuerpo
del presa es más largo que su altura a la cruz, ancho y
profundo. Sus patas son fuertes, paralelas y sin desviaciones. Sus músculos
pectorales están bien definidos, y su pecho debe bajar por lo menos hasta la altura
del codo. Su cabeza es maciza, con un hocico más
corto que el total del cráneo, ancho en la base y se afina conforme avanza
hacia la nariz. La trufa es negra. En la cara tiene piel suelta, formando pequeñas arrugas en la frente cuanto
está alerta, y una
leve papada en el cuello.
Los ojos de tamaño mediano, color avellana o marrón
oscuro (nunca amarillos), no debe tener los párpados caídos ni lo ojos
hundidos. Las orejas
son caídas hacia los
lados y pueden ser en rosa. Tradicionalmente se les cortaban en punta.
Tiene una cola de longitud en forma de sable. La piel del dogo canario es
flexible y algo suelta sobre todo en la zona de la cabeza y el cuello. El pelo del presa canario es corto,
pero su tacto es algo áspero con poco brillo y avacado.
He tenido
el honor de luchar por esta raza y como bien dice el diccionario de la Real
Academia de la lengua española:
perro, rra de
presa.
1.
m. y f. perro dogo.
2.
perro, rra dogo,
ga.
3.
1.
4.
Perro de cuerpo y cuello gruesos y cortos, pecho ancho, cabeza redonda, frente cóncava, hocico obtuso, labiosgordos, cortos en el centro y colgantes por ambos lados, orejas pequeñas con la punta doblada, patas muy robustas, pelaje generalmente leonado, corto y recio. Es animal pesado, de fuerza y valor extraordinarios, y se utiliza para la defensade las propiedades, para las cazas peligrosas y para luchar contra las fieras.
Y estos
son los atigrados de la Macaronesia que comparten tronco común y que son otras
de las maravillas de la Naturaleza.
Rafael Fernández de Zafra
Agosto de
2017
Bibliografía
* Victor Grau Bassas, Ed. El Museo Canario, 1885, Usos y costumbres de la
población campesina de Gran Canaria.
* 1914. A. Cabrera y La Torre
* 1914. A. Cabrera y La Torre
* F.E.
Zeuner, Ed. El Museo Canario, 1958, Same domesticated animals from the
prehistoric site of Guayadeque, Gran Canaria.
* Archivo de Pablo Antonio Taboas.
* Archivo de Pablo Antonio Taboas.
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Clemente Reyes Santana, Revista Aguayro, 9-1988, El perro de presa canario.
* Manuel
Curtó Gracia, 1991. El perro de presa canario, su verdadero origen.
* Estirpe
Tibicena
* Câes
Portugueses, Êstaloes das suas raças
* Archivo
de don Máximo Torres
*
Estándares de la FCI
*
Estándares de la RSCE
*
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española
*
Asociación para la conservación del perro Majorero.
* "The new
book of the dog" de Robert Leigton 1911.
*Atlas
Mundial Vox
* Archivo
personal del Autor
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